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Descargo de responsabilidad: No soy dueño de Harry Potter

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Capítulo 5

Qué bien sienta estar de vuelta", pensó Harry, con una sonrisa de emoción en los labios.

Era una locura lo mucho que había cambiado su vida. Tengo que volver a darle las gracias a Sirius. ¿Quién sabe dónde estaría sin él? Probablemente aún tímida y deprimida'.

En lugar de pasarse el verano tortuosamente en casa de los Dursley, se lo pasa enculando los dulces coños de Hermione y Ginny. Con una confianza recién descubierta, un deseo sexual explosivo y una polla carnosa y dura como una roca, vivía cada día en la Madriguera lleno de satisfacción y placer. Tuvo la confianza y la audacia de tender una emboscada a Narcissa Malfoy (¡la madre de Draco!) en el baño y dejarla boquiabierta en los Mundiales de Quidditch. Luego, de camino a Hogwarts, se enganchó a otra mujer mayor y pechugona follándose a la MILF pelirroja de Ginny, llena de su hijo.

Ahora se sentía en la cima del mundo, con Ginny y Hermione como follamigas dispuestas, que le permitirían agarrarles el culo, apretarles las tetas o meterles el dedo en sus empapados coños en cualquier momento y lugar, sin mediar palabra. La guinda del pastel, Pansy Parkinson, la otrora zorra y reina del drama de Slytherin, había quedado arruinada para siempre por el semen que le había dejado salpicado en la cara y goteando de su coño.

Ahora se sentía como en casa, caminando por los altos pasillos del castillo de Hogwarts, radiante de su nueva confianza. Alto y ancho de hombros, con rasgos cincelados y un andar orgulloso. Se había transformado en un hombre de verdad durante el verano, dejando atrás al chico tímido y callado de las gafas.

Y parecía que en el castillo ya se estaban dando cuenta.

"¡Hola, Harry~!"

No pudo evitar sonreír cuando una hermosa chica de séptimo año de la que ni siquiera sabía el nombre le saludó con una dulce sonrisa y un pequeño gesto con la mano al pasar junto a él. Sus ojos se clavaron en su culo regordete, que se balanceaba en el contoneo de su falda.

El año pasado no era nadie. Ni siquiera era aclamado como "El chico que vivía", ni siquiera recibía una mirada de la población femenina. (Al menos, no se había dado cuenta). Ahora, sus compañeros se sonrojaban y tartamudeaban, y las alumnas mayores lo miraban desde lejos con sonrisas reveladoras.

"Harry".

Miró a su lado, sonriendo. Hermione se sonrojó dulcemente cuando él la miró a los ojos. Se aferró a él con avidez, apretándose contra su brazo como si quisiera demostrarle lo suaves y blandas que eran sus enormes tetas. Estaba seguro de que los rumores se volverían locos por la forma en que estaba pegada a él, pero no le importaba.

En todo caso, eso facilitaría sus planes.

Hogwarts parecía llevar bastante bien su nuevo apego. Sólo se preguntaba cuál sería la reacción si llevara a Ginny en el otro brazo. Por desgracia, ella estaba un curso por debajo y tenía un horario distinto. Eso significaba que no podía acompañarle en sus paseos de una clase a otra. Tendría que dedicarle un tiempo especial más adelante.

Hermione no era demasiado abiertamente provocativa. En todo caso, se comportaba como una princesa, enganchándose al brazo de él y levantando la nariz ante cualquier alumno que la mirara de forma extraña. Era una pose. Actuaba como debía hacerlo una Dama de Mago. Ocultando la sucia putita que Harry conocía.

Harry Potter - Eine authentische ReiseDonde viven las historias. Descúbrelo ahora