Capítulo 1

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"¿Cuánto tiempo? ¿Un minuto? ¿Un día? No hay diferencia porque si al final pierdes a alguien...Cada vela u oración no compensa el hecho de que lo único que te queda es un hoyo en el lugar donde la persona estaba.

Es...una roca con una flecha grabada, que estoy seguro que está equivocada." Damon Salvatore, Diarios de Vampiros.

Hace unos días había llegado al pueblo que sería mi nuevo hogar, Beacon Hills, no es un gran pueblo, pero es tan "encantador" como Mystic Falls. En los días que llevaba allí ya había recorrido casi todo el pueblo solo me faltaba la preparatoria y el bosque. Oí hablar sobre una familia de hombres lobos que habitaban en este pueblo eran una especie de dueños del territorio, justamente donde está situado este aburrido pueblo.

Los primeros días me quede desempacando en lo que sería mi nuevo hogar, una casa a las afueras del pueblo cerca del bosque para evitar problemas con los cazadores en el caso de que cazara por estos lugares.

Hoy decidí ir al bosque bosque para conocerlo un poco mejor y de paso para ver donde vivían los Hale's, después de todo uno de tanto investigar termina conociendo más de lo que se esperaba, era un día soleado, pero dentro del bosque solo había pequeños rayos de sol entrando de entre las ramas. Una hora después de vagar me encontré con una casona, permanecí detrás de unos árboles para observar los movimientos cerca y dentro de está. Estuve diez minutos sin ver nada hasta que vi a un adolescente pelinegro salir de la entrada principal junto a alguien que debía ser su hermano mayor.

Al ver al moreno algo en mi interior cambio, empecé a sentir la necesidad de querer escuchar su voz, de sentir el calor de su mano en la mía, ver su sonrisa que debía de ser perfecta y hermosa, fue en ese entonces que escuché su voz.

-Peter ya deja de sugerirme que la convierta. - comenta irritado el pelinegro.

-Vamos sobrino ¿Qué es lo peor que puede pasar? – se burla el mayor-. ¿Qué su cuerpo reaccione a la mordida no aceptándola?

El menor lo mira alzando las cejas enojado y en mi rostro se dibujó una gran sonrisa, sabiendo que congeniaríamos bastante bien estando juntos, este pensamiento me saco un leve suspiro junto con una pequeña sonrisa.

-Dejare de insistir Derek, pero ambos sabemos que es la mejor opción. - pronuncia derrotado el mayor-. La mejor opción es que la convierta Thalía Hale...la alfa más cercana que tienes y que puede ayudarte si se lo pides.

Lo que dijo el ultimo me hizo prestar más atención a lo que estaban hablando... ¿convertir a quien en qué? Supuse que en mujer lobo. Me muevo ligeramente haciendo sonar una rama debajo de mis pies y ambos giran hacia donde estaba intentando ver al causante del ruido, pero corrí lo más lejos que pude del lugar.

- ¿Qué fue eso? - oí.

-Derek no seas paranoico seguramente fue un animal. -le responde el otro.

Una vez lejos de su vista y de su oído sobrenatural decidí cazar mientras intentaba borrar de mi mente al más joven de los Hale's, no sabía que era lo que este me provoco, pero sabía que no podría olvidarme de él nunca, odiaba cazar animales así que opte por un par de personas que iban pasando cerca de allí. Una vez que bebí la sangre de ambas personas me deshice de sus cuerpos en el medio del bosque, como hacía por lo general en mi pueblo para que luego lo encontrara alguien.

Debía averiguar a que preparatoria iba ese adolescente como sea o encontrar la manera de hacer un encuentro casual con él, necesitaba verlo más de cerca para interactuar con él sin que fuera extraño o sospechoso que alguien que aparenta tener veinticinco hablará con alguien de dieciséis diecisiete años, supongo que tendré que usar alguna excusa barata que involucre a mi hermano si decidió ir a buscarlo en la preparatoria.

-Damon ya tendrás oportunidad de conocerlo. -hable a la nada misma empezando a caminar hacia mi casa-. Siempre encuentras oportunidades.

Una vez dentro voy al baño para darme una buena ducha con agua caliente para despejar mis pensamientos, soltando algún que otro suspiro.

Después de media hora ya tenía decidido el entrar en la noche a la única preparatoria que había visto en el pueblo para ver si tenía chances de encontrar algo del chico que tanto tenía en la cabeza, si no conseguía entrar o tener algo de información iría al día siguiente a la escuela.

Esa misma noche...

Ya en el estacionamiento de la preparatoria de Beacon Hills mire la hora en mi reloj de mano, impaciente, esperando a que el último conserje se fuera de las instalaciones. Una vez que se fue, me baje rápidamente del auto y con la velocidad vampírica entre sin ser visto por el guardia de seguridad.

Busco la oficina del que debería ser el director del lugar, pero no lo encontraba, este lugar era un poco más grande de lo que aparentaba desde fuera; seguí caminando despacio hasta que al fin la encontré, entre a la oficina cerrando la puerta detrás de mí y empecé a buscar los archivos de los alumnos hasta que encontré el que buscaba, lo saqué y empecé a leerlo.

-Derek S. Hale, 17 años, vivía con su madre, sus tres hermanas y su tío... - leí en voz baja-. Bingo.

Iba a seguir leyendo un poco más hasta que vi una luz por el pasillo, guardé todo donde estaba y salí por la ventana de la oficina, llegando así de rápido como entre, al auto para luego encenderlo e irme del lugar.

Mañana mismo volvería en el horario de clases para reencontrarse con Derek y ver que pasaría en su interacción...el único inconveniente sería tener que esperar al otro día para volver a verlo.

-Hale no sé qué me hiciste, pero no puedo odiarte. - suspira-. Y no te conozco más allá de lo que he visto hoy.  

EL regreso de la luna: el origenDonde viven las historias. Descúbrelo ahora