©Seis

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Jake salió de su casa con determinación, después de muchas negaciones de su madre, que finalmente cedió ante la necesidad de resguardar a su familia. Sabía que tenía un plazo límite de tres horas para regresar a casa, ya que su mamá era capaz de ir a buscarlo si no cumplía con el tiempo establecido. Se ajustó la mochila en la espalda y se dirigió hacia la tienda más cercana en busca de comida no vencida.

Al entrar en la tienda, se encontró con un pasillo vacío y helado, sin rastro de vida humana. El silencio era opresivo y la ausencia de productos frescos era evidente. Hacía tiempo que los transportistas no traían comida, y la escasez era palpable. Jake comenzó a recorrer los estantes, buscando cualquier cosa que pudiera ser útil para su familia. La luz débil de la tienda parecía hacer que todo pareciera aún más desolado.

- ¿Qué puedo encontrar aquí? - Se preguntó Jake, mientras revisaba los estantes casi vacíos. Su misión era encontrar algo, cualquier cosa, que pudiera ayudar a su familia a sobrevivir. No podía permitirse distraerse, debía cumplir con su objetivo y regresar a casa antes de que su mamá se preocupara.

- Todo es tan escalofriante ~

Camina con cuidado, sus pasos resonando en el silencio de la tienda abandonada. Frente de él, los refrigeradores vacíos y sucios parecían una reliquia de un tiempo mejor, pero su atención se centró en los estantes de comida no perecedera que se encontraban justo detrás. Cuando se acercó para tomar algunos productos, una figura emergió de la sombra.

Una chica joven, con ojos desenfocados y una mirada desesperada, se cruzó en su camino, apuntándolo con un arma. Su voz temblorosa pero firme, cortó el aire.

- ¡ Más vale que no avances más si no quieres morir! - exclamó, su dedo en el gatillo, listo para disparar.

- No vengo robar voy a pagar.

El estaba calmado, mientras no diera el primero en atacarla ella no tocaría ese gatillo. Camino con cuidado. Era un tiempo crítico así que el miedo y la desconfianza era lo más normal.

La chica se acerca lentamente a él.- ¿ Tienes alguna mordedura de esos animales raros ?

- ¿ No....por qué lo tendría?

- Muéstrame.

Frunce - ¿ Que ? Dije que no lo tenía y eso debe ser suficiente para
ti.

La chica baja el arma con cuidado para prevenir cualquier movimiento. Se acerca a él más segura y calmada . - ¿ En verdad vas a pagar ?

Jake al ver que bajo la tensión asiente - A pesar que estamos en un mal momento no quiere decir que el valor se pierde. Si este sistema se recupera valdrá la pena haber confiado...me llamo Jake.

- Soy Lina.

Lina es una chica de cabello castaño con rulitos y tiene 23 años pero aparenta ser una niña de solo 18 años que quien la vea se confunde por su rostro juvenil. - Un gusto Lina...¿ Vez que no soy malo ? Es más creo que tenemos la misma edad.

Frunce sin creerle. No piensa lo mismo. - ¿ Que te hace pensar que yo me veo vieja como tú ?

Sonríe. Al parecer está conversación iba más allá de una amenaza. Parecía ser entretenido para Jake. - Jajajaja ¿ Vieja ? De hecho pareces una adolescente. Incluso podría decir que eres una y si usas armas debes tener mi edad ¿ O me equivoco?

- ¿ Vas a comprar algo o te saco de cadáver?

La luz de la tienda comienza a parpadear. Lina al ver afuera había viento y eso no era nada bueno. Vio la hora.

- Pronto serán las 00:00 solo tenemos segundo y no llegarás ni la mitad del camino para llegar a tu casa. Anda sígueme.

- ¿ Donde ?

- Un lugar seguro.

Lina camina a otra dirección para luego entrar en un túnel donde el ambiente cambio. Jake al ver el lugar se sorprendió - ¿ Vives adentro de una tienda ?

Se sienta en su cama - Es mi hogar dulce hogar. Casa de dulces ... sueño de un niño que le gusta golosear~

Jake se sienta junto a ella - ¿ Has estado sola desde cuanto tiempo ?

Suspira - Papá fue mordido por un perro. No estoy segura si está con vida o no porque dicen que es contagioso. Mamá nos dejó hace diez año para volver a casarse por segunda vez y bueno, después me hizo hermanastra mayor de una niña que no conozco hasta el día de hoy. Solo se que debería tener nueve años.

El mundo se detiene, ya no había aire en ningún lado de nada por tanto Jake con Lina dejaron de moverse por el bien de la humanidad.

- Lo siento ~ - Ojos salen lágrimas. - Te falle hija...no podré volver a casa.

00:03 HRS

Cuando llega la normalidad el hombre aún estaba inmóvil. Un perro contagiado al ver la luz de vehículo corre para luego subir a él y saltar. No podía ver nadie adentro pero solo por la radiante luz y sonido lo atraía. Otros se acercan a él. - Lo... siento ~ - Pone un arma en su cabeza para quitarse la vida pero cuando estaba a punto escucha disparos desde afuera.

- En hora buena, te salve ya puedes irte amigo !

El hombre sin pensarlo hace andar el auto a toda velocidad. Quién lo ayudó fue un chico, sonríe - Ve y cuenta tú aventura de un perro que te quizo atacar~

© 00: 00hrs // En Proceso Donde viven las historias. Descúbrelo ahora