Mal cuarto; así empezó

32 4 0
                                    

Te sientes muerta, no puedes seguir adelante. Piensas en abandonar pero nunca antes habías probado el cómo marcharte. Subes a tu cuarto corriendo a pisadas fuertes, haciendo que el suelo retumbe por tu rabia y todos noten que estas disgustada. Aún no has derramado ninguna lágrima, pero cierras la puerta de tu cuarto y empiezas a llorar como cuando eras pequeña. Pasan los minutos, después de un ataque de ansiedad empiezas a comerte la cabeza. Piensas que no vales nada, que no vales para nada. Vivir no es lo tuyo y crees que nadie te echará de menos. Ves brillar algo en tu escritorio por la luz que entra de las rendijas de la persiana medio cerrada. Es un sacapuntas, no piensas, te levantas de la cama y de alguna manera te las arreglas para quitarle la cuchilla. La miras, tienes tu vida en tus manos, pero vivir es lo de menos ahora.
Aprietas, tiras y nace un río. No es suficiente, sientes más rabia y lo haces de nuevo.
Ves tu sangre en tus brazos y en el suelo. La entiendes con tus dedos marchándote el antebrazo entero. Escuece un poco pero tampoco es para tanto.
Te das cuenta de lo que acabas de hacer, y arrepentida prometes que no lo haras más, pero, esto es un pozo casi sin salida.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 01, 2015 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Aquí dentro.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora