54. 𝐸𝑐𝑜𝑠 𝑅𝑒𝑠𝑜𝑛𝑎𝑛𝑡𝑒𝑠

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El coronel Mendez me había hecho la invitación a su lugar favorito, y aunque odio su intento de bebidas, me gusta el menú que no incluye ropa

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El coronel Mendez me había hecho la invitación a su lugar favorito, y aunque odio su intento de bebidas, me gusta el menú que no incluye ropa. Un mes con una semana desde lo ocurrido, Ilana había desaparecido sin dejar rastro.

Eso me dejo de alguna manera en varios problemas, incluyendo el pago de los inversores. Por fortuna mía una ex-policia había caído unos días antes y con su experiencia fue fácil usarla de secretaría.

La suerte está del lado de quienes la buscan, y yo me considero el mejor apostador.

El reggaetón predomina entre la parte del antro; los cuartos privados, los baños y algunas habitaciones todos en tonalidades rojos/azules neon, envueltos por una tupida nube de mezclas a tabaco con marihuana.

Aquí, se encuentran no solo chicas que están ahí por el puro placer de ganar dinero, sino también hay otras las cuales tienen a alguien que las marca como suyas. Los lugares como estos abundan por toda la ciudad e invertir en ellos solo te gana el boleto VIP.

"Tiffany" es la viva prueba de ello, tiene 23 es patrocinada directamente por mí, demostrando una vez más cuál es el mayor poder en esta vida siendo: el dinero.

Ella alcanza a localizarme desde el otro extremo de la barra saltando de felicidad a medida que se acerca. Mis ojos no dudan en recorrerla de arriba a abajo, gruñendo internamente. Es sexy no lo voy a negar, tiene una piel morena y unos labios gruesos los cuales no negaré me han hecho ver el paraíso en muchas ocasiones.

—Jehiel hace mucho que no te veía bombón —dice aferrándose a mi brazo, restregando sus pechos descarada, estos cuentan con la mejor presentación al solo tener pezoneras cubriendo casi nada y yo sonrió al contacto de su piel—, me has dejado tan sola.

—Que linda te ves hoy mami. —Susurré para ella dándole un beso que culmina con una mordida bastante sexy en el labio inferior.

—¿Hoy vienes conmigo? —Pregunta pícaramente, llevando mi mano a su intimidad cubierta por un hilo de perlas pequeñas.

Una sonrisa burlona sale, cuando Mendez rueda los ojos yéndose a buscar el consuelo de las que le hacen caso, porque no tienen más opción.

Pero no es mi culpa realmente; soy joven, extranjero, tengo dinero y mi resistencia no depende de una maldita pastilla.

—Claro chama, ¿ahora? —le susurró pegando ese exuberante cuerpo al mío. Introduciendo dos dedos entre sus labios bajos, disfrutando el suspiro chillón que deja escapar—. Si aceptas, te prometo un gran regalo...

En ese momento unos gritos a voz en cuello, me hacen dejarla de lado poniendo atención a la habitación que se encuentra al fondo. La puerta se abre de golpe, con una chica emergiendo de ahí mirando a los lados desorientada con medio pecho de fuera.

—¡NO ME TOQUEN CABRONES! —sus palabras feroces me la ponen dura antes de que Tiffany pudiera hacerlo—. ¡SI SE ATREVEN, LES JURO AQUÍ MISMO ME CORTO LA LENGUA CON LOS DIENTES!

DISTANCIA ACORTADA (borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora