Presente
JaneListo
Me quedé muda, joder que había hecho en la vida para que me castigará así . De tantas probabilidades de encontrarnos debía ser está la más horrible de todas. La maldita lógica intentó advertirme que vendría a quedarse con nosotros por la historia que me contó este Liam en la tarde pero yo no le quise creer. Me le quedé mirando un buen rato y sin que me diera cuenta se me había caído la bolsa de la despensa. Intenté recoger lo que se me había caído, pero no me fijé tropecé con algo y me caí de culo por segunda vez en el día.
-Jane ¿estás bien? - Corrió Liam a ayudarme
-Si estoy bien - dije soltando un jadeo sin quitarle los ojos de encima a Aídan
-Al parecer no has cambiado nada - dijo Aidan en tono sarcástico
Me le quede mirando de reojo, con dagas en los ojos
-¿Ustedes dos se conocen? - pregunto Liam con confusión y seriedad
Por favor por más que quiera, no abriera la maldita boca diciendo algo que se pudiera delatar la verdad de nosotros. Lo mire como lo había hecho en el pasado cuando le pedía un favor, puso los ojos en blanco sabiendo lo que estaba sucediendo.
-Nuestras madres eran amigas muy cercanas - dijo luchando con las palabras delatoras
Liam me miró como si me preguntara si era cierto, y yo solo asentí. Relajo un poco la mirada antes de añadir:
-Vaya que el mundo es pequeño, déjame ayudarte a llevar esto a la cocina por si acaso - tomó las bolsas que tenía cargando -vamos, si quieres te ayudamos a hacer la cena, mientras me cuentan más de su historia de conocerse, cariño.
En ese preciso momento sentí como se levantaba la temperatura por toda mi cara, pero no por que me alle llamado cariño sino por el simple hecho de que Aidan estaba allí y Liam nos iba a querer sacar información que tarde o temprano se iba a enterar.
-No, no tu tranquilo no me hace falta mucho si quieres quedarte con Aidan a conversar mientras termino de cocinar
Antes que pudieran responder tomé las bolsas de la mano de Liam y salí disparada a la cocina dejándolos solos en la sala de estar.
Llegando a la cocina sentí como mi cabeza empezaba a dar vueltas y tenía ganas de vomitar lo poco que había comido en el día. No se cómo le voy a hacer para quedarme a vivir 8 malditos meses en la casa de Liam junto con él. Debía haber una explicación lógica de que se quedara aquí porque si mal recuerdo tiene una casa, bueno no suya pero de su mamá. Luego mi cabeza recordó lo que dijo Liam pero que demonios había pasado en su casa para no poderse quedar ahí.
Debes ir a hablar con él y disculparte por lo que hiciste
Y tal como las canciones se meten en tu cabeza, las palabras de Ash retumbaron en mi cabeza. Tenía que disculparme con él y aprovechando preguntarle qué carajos estaba sucediendo y desde cuándo es amigo de Liam. Yo podría haberle dejado de hablar y de verle pero nunca lo podría correr de un lugar sabiendo que no tiene donde quedarse porque ambos vivimos muchas cosas, aunque ahora esten eclipsadas por las malas memorias, en el fondo seguía preocupándome por él. Tenía que hablar con él pero no con Liam cerca, lo que menos quiero es que malinterprete la situación sin antes saber todo el contexto.
-Jane.
Volteé y vi a Liam que me miraba con preocupación, cuánto tiempo llevaba viéndome
-¿Estás bien?, Luces muy pálida y estás sudando mucho
Por estar perdida en mis pensamientos no note que estaba en la encimera de la cocina con las manos en la cabeza escondiendo mi rostro, sin haber empezado algo para la cena de esta noche además que Liam estaba mirandome
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Doblemente en problemas
Teen FictionJane Harper, una estudiante universitaria que vive en Los Ángeles, está a punto de graduarse en Trabajo Social y parece tenerlo todo: una vida social activa, un futuro brillante y a Liam Smith su novio empresario, a cargo de la empresa de sus padres...