- Dime que es mentira y te juro que lo dejo todo y me quedo, pero solo dime que es mentira, dime que no fuiste capaz de hacerme eso – le dijo Violeta desesperada mientras las lágrimas caían como torrentes por sus mejillas.
- Lo siento – respondió Chiara llorando también
- ¿Por qué lo hiciste?
- No te puedo dar ninguna explicación convincente porque ni yo misma la tengo, no me voy a excusar en el hecho de que había bebido y que no estaba pensando en lo que hacía, lo último que quería era hacerte daño Vio, te lo prometo – la reparación de Chiara era cada vez más agitada y sus palabras salían entrecortadas a causa del llanto.
- Ya no valen de nada tus promesas. ¿Sabes que esto no te lo perdonare nunca, verdad?
- Lo sé.
- Joder Chiara por favor, dime algo, solamente dime algo que le dé sentido a esta mierda en mi cabeza.
- No puedo
- ¿Cómo fuiste capaz de hacerme algo asi? ¿Y precisamente con ella?
Chiara no podía responder, estaba en completo estado de shock
- Joder Chiara mírame a la cara de una puta vez y explícame porqué tuviste que joderlo todo.
Chiara no pudo mirarla, no se atrevía a levantar la mirada, ni siquiera quería respirar demasiado fuerte.
- Me voy a ir y necesito que no me busques, que no me escribas, me has roto el corazón y ahora mismo ni siquiera puedo mirarte a la cara. Tal vez algún día podremos volver a hablar, pero ahora mismo eso no es una posibilidad.
- Lo entiendo, y te daré el tiempo que sea necesario.
- Dile a ella que tampoco me escriba, no quiero saber nada de ella.
- Creo que deberías hablar con ella Vio, Rus quiere explicarte
- No quiero escuchar nada de lo que tenga que decirme y tampoco me importa ya lo que tú creas.
Y con esas palabras Violeta se dirigió a la puerta del piso que había sido su casa durante seis años, arrastrando una maleta donde no cabía su vida entera y dejando atrás todo lo que había sido importante para ella, dejándola a ella detrás.
Estaba abriendo la puerta cuando Chiara volvió a hablar.
- Aunque ahora no lo parezca te juro que te amo con todo mi corazón.
Violeta no miro hacia atrás, no podía, salió con el corazón hecho un nudo y con un "yo también te amo" luchando por salir de su garganta, pero no lo dijo, no volvió la vista atrás, cerró la puerta tras sí y se dirigió a su auto camino a su nueva vida.
No podía creer lo que estaba ocurriendo, sentía que su vida se había terminado, tenía el corazón hecho añicos y quería pensar que lo que acaba de pensar era solo un sueño.
Chiara estaba devastada, le había roto el corazón a Violeta pero también había destrozado el suyo en el camino.
Unos toques en la puerta interrumpieron su línea de pensamientos, sabia de quien eran pero no tenía fuerzas para levantarse del rincón donde se había tirado justo después de que Violera saliera por la puerta para no volver.
- Entra – le dijo en lo que ella pensaba que había sido un grito pero en realidad salió como un susurro.
Pasados unos segundos sintió que alguien la envolvía entre sus brazos.
- Lo siento muchísimo Rus, de verdad lo siento, no quería arruinar tu amistad con ella.
- Tranquila Kiki, ahora eso es lo de menos – le dijo intentando calmarla
