Que molesta eres.

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Me encuentro caminando por los pasillos del colegio mientras escucho música con mis auriculares tranquilamente. De repente me encuentro con la chica chica más insoportable del todo el colegio, Kikuchi Moa. Esa chica sí que es un estorbo, pero hay que admitir que es linda...

-Hola, Nakamoto... Buenos días.- dice con esa voz odiosa que tiene y me saca de mis pensamientos.

-¿Y ahora qué es lo que quieres? No tengo tiempo para tus estúpidos juegos, vete a molestar a alguien más.- hago un movimiento con mi mano para que se vaya.

-¿Por qué siempre eres tan mala conmigo? Ya hasta parece que me odias. Pero bueno, no es algo que me importe.- se cruza de brazos y se aleja lentamente de mí.

Dios... Esa chica sí que está mal de la cabeza, no la soporto. Es mejor que me olvide de este tema, le iré a clases.

Dos horas después me encuentro en la cafetería bebiendo algo mientras leo un libro tranquilamente. Pero mi tranquilidad es interrumpida por Moa, odio a esa chica.

-Oye, comprame algo de la cafetería, por favor...- hace un puchero y me mira a los ojos con esa mirada de cachorrito-

-Estás loca si piensas que haré eso, vete de aquí y no vuelvas a molestarme.- me siento mal por haber dicho eso, pero sin embargo quiero que me deje en paz.

-Que mala eres. Vamos, no seas así, no traje dinero y tengo mucha hambre.- se sienta a mi lado y me ruega por un par de segundos.

-Ya te dije que no, pídele a alguien más.- decido ignorarla y concentrarme en mi lectura.

-Por favor, ¿sí? Te prometo que te devolveré el dinero, pero comprame algo, siento que me moriré si no como nada ahora mismo...- hace otro puchero.

-Agh... Sí que eres molesta. Está bien, vamos antes de que arrepienta.- la tomo del brazo y la arrastro para ir a comprarle algo.

Luego de unos minutos me encuentro nuevamente en la misma mesa y con Moa sentada enfrente, al otro lado de la mesa. Mientras sigo leyendo, Moa come sus mini hamburguesas muy tranquilamente, que chica más glotona.

-Oye, su...- dice casi en voz baja.

-No me llames "Su", me molesta escucharlo de ti.- levanto la mirada y la miro seriamente.

-Oh, yo... Sí, perdoname.- baja la mirada -Gracias... por la comida, Nakamoto. Te lo agradezco mucho.- luego de decir eso se queda en silencio.

Suspiro y miro a Moa de reojo y noto que está con la mirada baja. Luego me pongo de pie y me alejo lentamente.

Moa pov:

-Dios, aveces no entiendo a esta chica, es demasiado sería y linda... pero sigue siendo una idiota.- digo mientras me llevo un pedazo de las mini hamburguesas que ella me compro.

Por la tarde camino hacia la salida del colegio y me la encuentro ahí.

-¿Qué? ¿Por qué me estás mirando así?- me detengo enfrente de ella cuando la descubro mirándome.

-¿Acaso no puedo? Mal educada... No te olvides de traer mi dinero mañana, no te di gratis esas cosas.- luego de decirme eso se larga sin decir nada más.

-Ay, que molesta que es...- digo en voz baja para que no me escuche, pero parece que no baje mucho la voz.

-¿Qué acabas de decir?- se detiene de golpe- Quiero que me lo repitas ahora mismo.- se acerca rápidamente hacia mí.

-¿Eh? Yo no dije nada, no sé de que me hablas.- levanto un poco la mirada para verla mejor a la cara. ¿Por qué tuve que ser tan enana?

-Sí, claro. Para la próxima se un poco más discreta, idiota.- se aleja rápidamente.

¿Acaso me acaba de decir idiota? Ush, ¿y esta quien se cree? Ella es la idiota aquí, aveces no la soporto. No entiendo porque tiene amigas, le deben tener mucha paciencia.

Es mejor que no la moleste mucho, no quiero terminar con un golpe suyo en la cara algún día, parece ser fuerte, aunque es una flacuchenta. Si sigue con esa actitud de chica mala y tonta nunca conseguirá novio, que pena por ella.

¿Odio o Amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora