¿Me odias?

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Moa Pov:

Mientras camino hacia mi casa comiendo a pensar en todo lo que pasó hoy en la mañana, no sé qué hacer, Suzuka siempre me evita de todas maneras, aveces pienso que sí me odia y que sólo soy una carga para ella. No puedo evitarlo, siempre he querido ser su amiga, pero nunca se da la oportunidad de conocerme bien, le prometo que no soy una mala persona, solo quiero estar con ella, ser su amiga... Y quizás algo más.

Bien, me admito a mi misma que sí tengo sentimientos por Su, no puedo evitarlo, ella es tan linda... Pero es muy egoísta y grosera, siendo sincera, a veces es difícil entenderla. Pero ya ni modo, no puedo hacer nada para cambiar su actitud... ¿O sí?

Entro a mi casa y rápidamente me dirijo a mi habitación y me encierro, luego le marco a una de las amigas de Suzuka, Mutō Ayami. Ella también es mi amiga así que no la voy a molestar mucho que digamos, o bueno, eso espero.

Ayami: Moshi, moshi. Hola, Moa, ¿por qué me llamas a esta hora? ¿Está todo bien?

Moa: Sí, está todo completamente bien... Oye, ¿cómo conseguiste que Suzuka te hablara sin decirte que eres molesta o te diga otros insultos?

Ayami: Suzuka otra vez te ha dicho eso, ¿verdad? Ya te lo he dicho muchas veces, Moa, deja de ser tan cargosa con ella, sabes que no le gusta que la estén molestando a cada rato.

Moa: Sí, lo siento, pero es que no puedo evitar molestarla, me gusta verla enojada. Pero en fin, por favor, ayúdame a que ella se fije en mí y que no se moleste tan fácil estando conmigo...

Ayami: Bien, tengo tiempo libre ahora así que iré a tu casa. En un rato estaré allí, solo tengo paciencia.

Moa: Está bien, Ayami-chan, te esperaré, pero no tardes mucho. Adiós...

Corto la llamada y me quedo sentada en mi cama, pensando en como le haré con Suzuka para hablarle sin que se enoje por primera vez. De repente escucho como tocan la puerta y bajo rápidamente para abrirla. Al abrir la puerta veo a Ayami parada al otro lado, sin pensarlo dos veces la abrazo y la invito a pasar, no dirigimos a mi habitación y nos sentamos en mi cama a hablar.

-Y bien, Moa... Dime, ¿en qué quieres que te ayude?- Me mira a los ojos con atención y se cruza de brazos.

-Ya te dije lo que quiero hacer, vamos ayúdame auque sea en esta ocasión.- Hago un puchero y la agarro de las manos.

-Mmh... ¿Y qué me darás a cambio? No creas que te ayudaré sin que me des nada a cambio, si me das algo que me guste quizás...- Dice con una sonrisa un tanto rara y la detengo antes de que termine de hablar.

-T-te conseguiré una cita con una de mis amigas... Ya que siempre la hablas de ellas como si las reinas de Inglaterra o algo así.- Digo sarcásticamente.

-¿En serio harías algo así por mí, Moa-chan? Está bien, trato hecho...- Dice con una gran sonrisa mientras me toma de la mano.

Yo y Ayami pasamos mínimo casi unas 2 y media hablando de como me voy a acercar a Suzuka, hablamos de como le gusta que la traten, las cosas que le gustan, las que le disgustan, etc.

-Y bueno, eso es todo de lo que debes saber por el momento... ¿Y mi cita, niña?- Se cruza de brazos y me mira fijamente mientras levanta una ceja.

-Ay ya, no seas desesperada. Te conseguí una cita con Yui, mi mejor amiga.- Levanto la mirada de mi teléfono y miro seriamente a Ayami. Esta chica también es un problema... Pero no me quejo, después de todo es mi amiga también.

-¿Qué? ¿Es una broma verdad? ¿Con Yui? Por el amor de Dios, Moa, es muy pequeña para mí.- Se cruza de brazos y me mira con cierto enojo, pero pareciera que está haciendo berrinche.

-Ya cállate, es la única que aceptó, ¿quieres la cita o no? Recuerda que la puedo cancelar.- Mi concentración vuelve a mi teléfono.

-¡Hey no espera! No canceles nada... Sí quiero la cita, no la canceles por favor.- Hace un puchero.

-¡Entonces decídete desde un principio, idiota! Estába a punto de cancelarla, ya hasta tenía el mensaje diciéndole que no irías.- Le doy un golpe en la nuca y comienza a hacer drama, como siempre...

Al día siguiente me encuentro de camino al colegio cuando de repente me encuentro a Suzuka, estába sentada bajo a un árbol leyendo un libro, ¿quien se pone a leer a estas horas en la calle? Me armo de valor y decido ir a verla, se ve tan tranquila... No quiero molestarla y arruinarle la mañana, pero necesito tener una relación más sana con ella, quizás si nos hacemos amigas ella será más amable conmigo.

-O-oye, Suzuka... Perdón si te molesto nada más con mi presencia, pero necesito hablar contigo.- Me paro al frente de ella y la miro con un poco de nervios, tengo miedo a que se enoje conmigo, aunque es muy obvio que va a pasar.

-Sí, dime que es lo que quieres... Pero que sea rápido, no tengo todo el día para desperdiciar mi tiempo en ti.- Levanta la mirada y cierra el libro que estába leyendo, al parecer quiere prestarme atención. Raro...

-Bien, primero que nada te vengo a pedir disculpas por todas las veces que te he molestado hasta hacerte enojar... ¿Sabes? Me he dado cuenta que eres una persona muy diferente a las demás, eres inteligente y muy madura, cosa que no pasa con todos los adolescentes que están en este colegio. También me he dado cuenta que no te gusta que te moleste a cada rato, cosa que yo hago todos los días. Solo quiero que nos podamos entender mejor y quizás ser... amigas, ¿qué dices?- Sonrío tímidamente y bajo la mirada, sintiéndome avergonzada. Ya no sé qué hacer o decir, siento como un nudo en mi garganta al imaginarme como me tratará Suzuka esta vez.

De repente siento como Suzuka se pone de pie y siento su mirada sobre mí. ¿Qué estará tramando esta chica ahora? ¿Me golpeará? ¿Se irá sin decir nada? ¿Se burlará de mí?

-¡Ja! Sabía que este día llegaría.- Se ríe para sí misma y luego acaricia mi cabeza, despeinándome en el acto.

-¿Q-que? ¿No estás molesta ni nada por el estilo?- Levanto la mirada y la miro totalmente sorprendida.

-¿Por qué debería estarlo cuando literalmente acabas de pedirme perdón? ¿Acaso ahora me tienes miedo o qué?- Dice mientras guarda su libro en su mochila y luego vuelve a mirarme.

-No, no te tengo miedo, solo que estoy confundida. ¿Por qué me hablas como si fuéramos amigas de toda la vida?- Digo mientras comienzo a caminar junto a Suzuka.

-Pues, no lo sé... ¿Será por qué te tengo lastima? Tsk, que sea amable contigo ahora no significa que siempre lo seré, algunos días quizás te odie y otros te quiera. Es raro, ¿no?- Suspira suavemente.

Me quedo en silencio luego de que Suzuka dijera eso, no sé qué responderle, los nervios me ganan y las palabras no salen de mi boca.

En clases no puedo concentrarme a lo que el profesor dice por estar pensando en lo que pasó hoy con ella hace una hora. Al salir a la hora del almuerzo salgo rápidamente del salón de clases y me voy a la cafetería, le compraré un pastel de queso, después de todos modos le debo dinero, con eso puedo pagárselo.

La encuentro en la misma mesa de siempre, en un rincón apartado a todos los demás estudiantes. Me acerco lentamente a ella mientras suspiro profundamente.

-Hola, Suzuka... Mira, te traje esto, como te debo algo de dinero decidí comprarlo para ti. Que lo disfrutes, ahora me iré para dejarte tranquila.- Me alejo rápidamente de ella, sin mirar a atrás.

Solo espero que le guste, no quiero tener problemas con ella otra vez, no quiero cagarla otra vez...

¿Odio o Amor? Donde viven las historias. Descúbrelo ahora