¿Odio o Amor?

Caminos separados.

Moa Pov:

Desde mi encuentro con Momoko, yo y ella hemos tenido una mejor relación, la verdad me pone muy feliz que hayamos podido dar el siguiente paso.

No podía creer que ella ahora es la persona más importante en mi vida, ella ahora es mi novia, ¡Momoko es mi novia!

Estoy tan feliz, pero un poco nerviosa a la vez. ¿Seré una buena novia para ella? Supongo que sí...

La noche anterior Suzuka no ha dejado de enviarme mensajes, no he visto ninguno pero siento un poco de curiosidad por lo se dicen. Aún así no le di importancia.

Justamente ese día tenía una cita con mi preciosa niña.

"Mi preciosa niña" que bien suena eso.

Estaba terminando de prepararme, cuando justamente tocaron la puerta de casa. No tuve que hacerme problema de bajar a recibirla porque mi mamá ya lo había hecho, con tan solo escuchar sus risas pude adivinarlo.

De repente escuche como tocaban mi puerta y la abrían lentamente, cuando me encontré con Momoko, quien me miraba fijamente. Pude verlo por el reflejo de mi espejo.

–H-hola, Moa...– Dijo tímidamente.

–Hola, Momo, buenos días.– Sonreí y me acerque a ella.

–¿Cómo estás, mi amor?– Me agarró de las manos y me besó suavemente la mejilla.

Mis mejillas se ruborizaron inmediatamente, ya pasaron unos días desde que somos novias, pero aún no puedo acostumbrarme a que me diga cosas cursis o tiernas.

Pero de todos modos me gusta.

–Muy bien, cielo, ¿y tú?– Dije, tratando de no perder la compostura.

–Igual, mucho mejor ahora que te veo.

–Me alegro... Ahora que te veo bien, estás muy hermosa, amor.– Sonrió maliciosamente y acerco mi rostro al suyo.

–A-ah, ¿es serio?– Se pone nerviosa.

–Sí. Y si en vez de salír, ¿por que no nos quedamos aquí?– La tomo de la cintura y muerdo su labio inferior.

–¡Moa!– Se sonroja aún más.

–¿Eh? ¿Qué tiene de malo, Momito?

–No, nada, pero...

–Entonces has silencio.– La interrumpo para luego besarla.

Ella no dice nada más y corresponde a mi beso. Envuelve sus brazos alrededor de mi cuello y se acerca más a mí.

Yo sin poder resistirme, la empujo suavemente contra la pared, acariciando suavemente su cintura. En un momento dejo de besarla para poder mirarla a los ojos. Se veía tan sexy que no pude resistir y comencé a besar su cuello, dejando suaves mordiscos por el camino.

–Moa...– Ella gimió y sus manos se aferraron a mi ropa.

–Shhh, no hagas ruido.– Dije volviendo a besarla.

Creo que la cita se cancelará por mi culpa, pero la verdad es que no me importa. Puedo hacer de las mías otra vez.

...