Capítulo 5

132 12 0
                                    

– De cualquier forma, se que sabrás hacer algo mejor que ser indiscreto luego de que se explique como se hará el exámen. - Dijo el chico volviendo a su tono neutral mientras se estiraba antes de volver a su anterior postura.

Sin nada más que añadir el silencio se apoderó del ambiente, el Uchiha al parecer perdido en sus pensamientos y el de hebras blancas aún observando el horizonte. No mucho después el de pelos azabache fué el primero en romper el silencio para anunciar su partida.

– En fin, ya hice lo que me pidieron, me iré a entrenar. - Dijo el Uchiha guardando su manos en sus bolsillos para dar un par de pasos adelante. – A no ser de que quieras acompañarme. - Ofreció el Uchiha en un tono monótono.

– Aprecio la invitación, pero me temo que tendré que rechazarla. - Declaró el enmascarado en un tono aburrido.

– Como quieras. - Exclamó el Uchiha un tanto molesto luego de chasquear la lengua para retomar su paso e irse de aquel lugar.

- Idiota, no entiendo porqué se enoja.

Pensó con irritación el peli blanco antes de saltar por encima del barandal y dejarse caer hasta aterrizar sobre sus pies sin hacer ninguna clase de ruido en el proceso. Poniéndose su capucha el joven miró hacia el cielo con una expresión aburrida bajo su máscara.

- Otro día de mierda y el de mañana será peor, que emoción.

Meditó el chico con desgano antes de empezar a caminar en dirección desconocida, desapareciendo entre la gente de la aldea.

°°°

A la mañana siguiente los genins se hallaban reunidos en el lugar que el sensor quién se presentó a si misma como Anko les había citado.

- Ugh, está prueba va a ser un infierno.

Pensaba con molestia y desánimo cierto personaje de máscara y capucha quien se hallaba sentado en la rama de un arbol, escondiéndose de ciertos tres individuos.

- Teniendo en cuenta mi propia supervivencia y el que me obligan a mantener con vida a estos imbéciles quienes me van a retrasar, probablemente tenga que enfrentar a otros ninjas e ir a una dirección específica. Ugh, El olor a sangre y muerte por todos lados... Debería rendirme y ya.

Consideraba el jóven las dificultades con las cuales se enfrentaría en la prueba, las cuales dedujo con tan solo ver el lugar mientras que en el fondo las cosas se veían tensas puesto que tres personas, incluyendo al sensor, causaron una escena.

Después de aquel show las cartas de consentimiento fueron repartidas y las reglas explicadas, recapitulando las palabras del sensor el peli blanco sonrió debajo de su mascara al encontrar un hueco en estas.

- Dijeron que sólo debía llegar el equipo completo con ambos pergaminos y sin incapacitaciones, más no muertos.

Pensó el niño con pura maldad dejando salir una siniestra risa mientras observaba a sus compañeros de equipo.

– Culpen al viejo, no a mí.

Dijo para si mismo el enmascarado, quien, luego de haberse asegurado que sus compañeros firmaron el consentimiento, bajó del árbol en el que se encontraba.

– Ustedes, vengan.

La voz de _____ llamó en un tono más grave a los que pronto se convertirían en sus más recientes víctimas, indicandoles que le siguieran a una parte más profunda y escondida entre los arbustos y árboles antes de que esté detuviera su paso estrepidamente y diera media vuelta, al parecer observandolos fijamente.

De manera repentina los pies de los chicos se congelaron hasta que en un parpadeo sus mitades inferiores se hallaban completamente inmovilizadas por el hielo, estos intentaron hablar, sin embargo en un leve movimiento de muñeca por parte del enmascarado sus bocas fueron silenciadas por escarcha la cual selló sus labios.

– No es nada personal, o bueno, quizás si, ya que solo lo hago por mí.

Aclaró con burla y maldad el de hebras blancas antes de que los ahogados gritos de sus compañeros de equipo resonaran en frente de él. Mientras, este dió media vuelta y se alejó a paso lento.

°°°

Sin decir nada el chico solo extendió su mano derecha la cual sostenía las tres hojas de consentimiento, entregándolas a los ayudantes.

– No podemos entregar el pergamino si no está el resto de tu equipo.

Dijo el sujeto sin siquiera mirar en dirección del chico quien chasqueo la lengua con irritación, el ambiente se torno amenazantemente frío mientras que sus compañeros de equipo emergían trás él para pararse a sus costados.

– ¿Hay algún otro maldito problema ahora?

Los ahora temblorosos sujetos por fin dirigieron su atención hacia el enmascarado y sin rechistar aceptaron los permisos y entregaron el pergamino, siendo éste un pergamino del cielo que el enmascarado guardó en su porta kunai.

°°°

Con los pergaminos entregados y los equipos ya listos se dió la orden a todos de dirigirse a sus respectivas puertas donde ya todos yacían esperando con emoción, la determinación era palpable en las expresiones de los equipos, aunque cierto enmascarado parecía ser la excepción quien esperaba impacientemente y con molestia frente a la puerta número 44 a que el segundo examen por fin diera inicio.

Finalmente, cuando el reloj marco las 2:30 las puertas fueron abiertas, de forma inmediata todos los equipos corrieron a adentrarse en el bosque, incluyendo él de aquel jóven que solo tenia un objetivo en mente, terminar lo antes posible. No tardó mucho en buscar el completar este objetivo puesto que el chico tomó un desvío teniendo ya un plan en mente.

- Alguno de los equipos de las puertas más cercanas deberán tener un pergamino de la tierra así que los buscaré luego de acercarme más a la torre.

Ideó el joven de la máscara saltando de rama en rama a una velocidad más elevada que la de un ninja promedio, en el camino asegurándose de no haber dejado a sus aparentes compañeros atrás quienes silenciosamente le seguían.

°°°

- ¿Cuánto tiempo va desde que el exámen empezó? ¿Cuarenta-cincuenta minutos aproximadamente? Sí, eso cr-..!

Mis pensamientos se vieron interrumpidos al esquivar lo que pareció ser un kunai lanzado en mi dirección, teniendo que maniobrar mi descendida al piso pues el kunai fue seguido por varias shuriken las cuales esquivé exitosamente, dejándolas clavadas en los árboles en lo que bajaba de estos hasta al fin aterrizar de forma agazapada en el suelo.

– Hmp.. - Parece que no necesité el buscar a nadie, ojalá el enfrentamiento valga la pena.

Pensé parandome del suelo, sacudiendo el polvo de mis manos en el proceso mientras que los atacantes se revelaban, dos en frente mío y uno al cuál localicé en un árbol cercano a mi costado izquierdo. Con un suspiro guarde mis manos en los bolsillos de mi sudadera y en un tono monótono pregunté:

– ¿Que pergamino tienen? Dejemos eso en claro para no desperdiciar mi tiempo.

Directo al grano y sin titubear en un tono más grave del que tenía previsto.

A no ser de que prefieran que lo descubra al arrancarlo de alguno de sus cadáveres.










- Hola. - Vuelve a desaparecer.-

Bites - Gaaraxmale!reader -Donde viven las historias. Descúbrelo ahora