Limerencia [En Edición]©

♪Capitulo 3♪

Durante el camino Evans y yo discutimos sobre nuestros gustos musicales. El amaba a morir el rap mientras que yo prefería el pop en todas sus representación. Debido a esto jugamos piedra, papel o tijera para ver quien pondría la música, y luego de un rato en que ambos sacábamos lo mismo, por fin gané así que tuvimos una playlist con canciones de muchos artista. Mientras yo las cantaba Evans me miraba con diversión.

──Fue una tortura auditiva, pero una maravilla visual──confesó luego de bajar del auto y entrar al restaurante.

──¿Eh?──cuestioné. No era muy buena captando los piropos, si es que eso lo era, y mucho menos entendiéndolos, así que la confusión se hizo presente en mí.

──Olvídalo, solo ven conmigo──pidió tomando mi mano, en un acto reflejo la aparte y al instante de ver la mirada de Evans algo dentro de mi se agrietó.

──Lo siento, no estoy acostumbrada a ir de la mano con nadie── le confesé al avergonzada.

──Está bien, no te  preocupes──. Evans sonrió y con un movimiento de cabeza me indico que caminara frente a él para ir a nuestra mesa. Al llegar, un chico bastante amable se acercó a tomar nuestra orden y comenzamos a charlar mientras esperábamos que volvieran con la comida.

──¿Hace cuánto estás en el equipo? Digo, no suelo estar muy pendiente de las cosas que pasan en el instituto, podrían pasar mil camellos frente mis narices y ni me daría cuenta──bromee y Evans soltó una carcajada que me hizo reír a mi también.

──Lo he notado. Cuando estás con Alejandra siempre están cuchicheando de quien sabe que cosa, la otra parte de tiempo estás con la mente quien sabe dónde y el noventa por ciento que resta tienes la nariz dentro de un libro distinto cada día. Sigo diciendo que me sorprende que no seas la cerebro de tu clase──aseguró recargando su peso en el espaldar de la silla.

Su confesión me generó escalofríos. Al parecer Evans me observaba más de lo que yo percibía.

La gente siempre cree que los que leemos de ley unos genios y que seguimos los pasos de Einstein o Marie Curie, y que nuestros libros son sobre historia, ciencia y ese tipo de cosas que lee comúnmente la gente, pero si Evans supiera las cosas que hay entre las páginas de los libros que leo saldría con traumas, mis libros eran más sobre la anatomía humana no hablada en los colegios.

──Simplemente no quiero serlo. Nunca a sido mi plan ser la futura promesa de la ciencia──aseguré entre risas mientras apartaba los brazos de la mesa para qué colocarán los platos de comida. ──No respondiste mi pregunta── reclamé mientras tomaba un tenedor.