PROLOGO

105 6 2
                                    



Abrí mis ojos, aunque no me sirvió para nada, ya que todo estaba negro, como si estuvieran las luces apagadas, un sonido de como si alguien vomitara al lado mío hizo que retrocediera asustada, fue como un acto reflejo.

Una alarma sonó fuertemente y la luz que antes estaba apagada, pasó un lapso de tiempo roja y ahora pasó a ser verde, el sonido de unas puertas que se abrían se hizo presente, me fijé en lo que había, anteriormente, vomitado y me dejó ver a un chico rubio, flaco y alto.

El chico me miró fijamente, me sonaba familiar, un casparreo sonó desde arriba de el cubículo donde estábamos, un chico moreno saltó hacia donde estábamos el chico rubio y yo, haciendo que ambos retrocediéramos.

-Bienvenidos al claro verduchos- nos levantamos

El chico nos empezó a enseñar lo que se llamaba "el claro", donde estaba lleno de plantas, animales, pero ningún humano, solo estaba el chico moreno, nos dirigió a una pared con un montón de nombres rayados, el chico se volvió hacia nosotros y habló.

-Vale, seguramente no os acordáis de vuestro nombre, pero nos preocupéis dentro de nada os acordaréis, nos pasaba todos-

-Espera, ¿como que nos pasaba? ¿por qué esos nombres están tachados?- dije por primera vez en todo el rato.

El chico de tez marrón agachó la cabeza con una mueca de tristeza.

-Épocas oscuras- fue lo único que dijo

Al parecer, el único que quedaba en ese claro con vida era Albi, El chico rubio, metió su mano en su bolsillo, y de esta, sacó un papel doblado, Albi y yo lo vimos con cara extrañada, hasta que él leyó la nota

-Es tu hermana- fue lo único que ponía en esa nota.

Llegamos a la conclusión de que yo y ese chico estábamos emparentados, aunque tenía sentido ya que ambos nos parecíamos un poco físicamente o al menos eso es lo que nos dijo Albi.

Los días pasaron y lo único que recordamos fue nuestro nombre, mi nombre era Megan y el de mi hermano Newt.

Al mes llegó Minho, y entre Albi y Newt empezamos a formar diferentes grupos, ya que nos dimos cuenta que necesitamos encontrar una salida, así que no separamos por secciones, Albi se quedaba cuidando el claro mientras que Newt, Minho y yo entrábamos en el laberinto así un día tras otro trazando mapas, empezaron a llegar más entre ellos, Gally, Winston, Fritanga, Zart...

Los meses y años pasaban, más personas llegaban de la caja hasta que pudimos hacer una población y así llegaban uno tras otro, mes tras mes, entre Gally y yo llevábamos un calendario ya llevábamos allí tres años.

Hace un mes que llegó Chuck, y hoy estábamos todos expectantes, esperando quién era el nuevo verducho, que llegaba al claro.

Not time to dieDonde viven las historias. Descúbrelo ahora