bandages and salt (PJO x BSD) (vendas y sal)

(volumen I)...Prologo

Una tormenta azotó el campamento mestizo la noche en que Tyson partió hacia las forjas de los cíclopes en la corte de Poseidón. Debido a que el Vellocino de Oro había curado lo suficiente el pino de Thalía, la tormenta pasó sobre el campamento como de costumbre. Sin embargo, este conocimiento no hizo nada para aliviar el presentimiento que se había instalado en mi pecho. Mis predicciones siempre tenían la habilidad de hacerse realidad y, como si yo fuera una de las tres parcas, casi nunca eran agradables. Mis predicciones nunca estuvieron equivocadas, por mucho que quisiera que lo estuvieran.

Los relámpagos bailaban en el cielo sobre el campamento mientras me dormía, como si el cielo también compartiera mis sentimientos. Mis sueños eran tan inquietos como lo han sido durante semanas. Los sueños de los semidioses casi nunca eran solo sueños, sino visiones que no debían ser ignoradas fácilmente como algunas pesadillas.

Cuando abrí los ojos en el sueño, ví el mismo acantilado que ví hace un año cuando Annabeth, Grover y yo nos habíamos colado en el Inframundo. Era el acantilado al que los zapatos de Luke intentaron arrastrar a Grover. El Tártaro esperaba allí abajo, con mounstros y criaturas más antiguas que algunos de los propios dioses. Podía escuchar una voz llamando desde abajo, burlándose de mí. Polibotes se sienta solo en su cueva, engañando se a sí mismo para creer que ha ganado una gran batalla, la voz repugnante de Kronos me llama, "lo que te impide ser igual que él". Y ahí estaba, una fuente de inquietud. Algo se había sentido mal desde que enviamos a clarisse de vuelta al campamento con el Vellocino, parecía como si Luke nos dejara ir con demasiada facilidad. Ahora sé que es porque lo había hecho.

Mi sueño cambio cuando escuche la risa ácida de Kronos. Está vez estaba siguiendo a mi hermano, Tyson, hasta la corte de Poseidón. En un trono azul profundo, con coral que lo decora, se sentó un hombre que de alguna manera parecía majestuoso con la ropa de un pescador. Cómo si se diera cuenta de mi presencia, me miró a los ojos y dijo las mismas dos palabras que me habían enviado por correo hace días: "Prepárate".

Me desperté con un inicio.

Hubo un fuerte golpe en mi puerta. Aunque es molesto, aún no se puede llamar persistente, ya que el perpetrador del ruido se dejó entrar en mi cabaña antes de que yo pudiera llamarlo. Grover, la media cabra estaba tartamudeando algo sobre Annabeth y la colina. " Ella estaba acostada allí....solo acostada allí...." fue la frase más coherente que el chico pudo formar. La mirada en sus ojos no era la de dolor o preocupación como hubiera esperado si Annabeth  hubiera sido atacada mientras estaba de guardia anoche, o si la hubieran matado. En cambio había una intensa mirada de pánico, maldad y, sobre todo, miedo.

Algo estaba mal.

Salí corriendo y cruce el patio central con Grover siguiéndome de cerca. Apenas amanecía en lo que habría sido otro día agradable en el campamento. La bocina del desayuno aún no había sonado, pero aun así todo el campamento estaba despierto debido al evento que ocurrió en la colina mestiza. Los campistas se agitaban y salían de sus cabañas, siguiéndonos susurros mientras corríamos hacia la colina. No puede evitar recordar mis sueños mientras corríamos, algunos de los otros campistas se unieron a nosotros con alguna extraña mezcla de armadura y pijama. La extraña proclamación de Cronos y mi presentimiento. Creo que estoy empezando a entender hacia dónde va esto y no estaba seguro de que me gustara tanto.

Un golpe familiar de cascos de caballo resonó en mis ojos, y por el rabillo del ojo ví a Quirón galopando a nuestro lado. Su rostro era sombrío. El centauro me agarró del brazo y rápidamente me levantó sobre su espalda, sus acciones indicaban cuán terrible era la situación, ya que esto era algo que el hombre normalmente nunca haría.

Llegamos a la Colina Mestiza. Quirón estaba murmurando algo para sí mismo, como un científico que acaba de descubrir por qué el experimento no había salido como él quería. "Cura al señor titán", susurró. "Nos ha engañado de nuevo, se ha dado otra oportunidad de controlar la profecía".