Capitulo 3.

185 32 10
                                    

Lo que Lev tenía de peligroso, lo tenía de hermoso también. Es decir, que era terriblemente peligroso. Ojos celestiales, claros como el cielo terrestre, cabellos dorados como el oro, nariz recta, mentón perfecto, labios carnosos y rosados, pómulos sobresalientes, y una voz profunda y masculina, sino fuera el gens más idiota estaría perdidamente enamorada de él.

Mis hermanas se escondieron detrás de mí, como si yo pudiera protegerlas. Lev las vio esconderse y sonrió divertido:

― No deben temer de mí― Les dijo dirigiéndose a mis hermanas, pero ellas no le respondieron.

― No les pidas cosas imposibles― Le dije seriamente.

― Pero si tú no pareces tenerme miedo― No pude evitar reírme, le tenía miedo, pero al parecer lo disimulaba bien.

Lev me miró esbozando una enorme sonrisa con sus labios tentadores, sí, eran muy tentadores. Al percatarme de su sonrisa deje de reírme, mi corazón comenzaba a acelerar su palpitar con nerviosismo. Intente ocultar mi instintiva reacción a su sonrisa, y poniendo mi mejor cara de seria, le dije:

― ¿Qué quieres?

Lev amplió su mirada sorprendido por la pregunta, pasó sus dedos juguetonamente por su nuca y respondió:

― Quería disculparme por...

― ¡¿Tu disculparte?!― Lo interrumpí lanzando una frenética carcajada. Nunca me lo imagine de su parte, disculparse no era propio del engreído y peligroso Lev.

― Sí ― Irrumpió mi carcajada, y yo intenté detenerla para escuchar su inusual disculpa ― Quería disculparme por lo del almuerzo, no sé lo que me pasó.

― Sí, yo sé lo que te pasó― Le dije frunciendo el ceño enojada ― Eres un idiota, eso te pasó.

Lev me lanzó una mirada sorprendida por mi respuesta, pero terminó asintiendo en reconocimiento:

― Tienes razón, a veces soy un idiota ― Dijo y cruzándose de brazos me encaró de cerca, por unos milímetros nuestros cuerpos no se rozaban. Mi reacción inmediata fue tensarme, podía sentir todo su cuerpo cerca aun que no lo tocara, podía percibir su delicioso perfume masculino. Estaba a punto de desmayarme. ― Déjame recompensarte por mi estúpida actitud― Ahora sí que casi me desmayo ― Ven conmigo a la sala de juegos, juguemos al pool, tomemos algo. Será divertido.

― ¿Cuál es el truco?― Le pregunté desconfiada.

― No hay ninguno ― Me respondió medio ofendido por suponer tal cosa de él.

― ¿Por qué quieres salir conmigo?― Le pregunté todavía en desconfianza, no lograba convencerme.

― ¿Por qué no?― Dijo encogiéndose de hombros ― ¡Vamos!, yo invito― Dijo regalándome una seductora sonrisa.

― Hazlo Anastasia― Agregó Olena emocionada por mi cita. No podía creer que mis hermanas consintieran la cita, y peor aun que me animaran a aceptarla.

― Di que sí, sí, sí, sí― Decía emocionada Dasha tirando de la falda de mi vestido.

― ¡Sí!― Respondí al final bajó la presión de mis hermanas, e inmediatamente me arrepentí de haberla aceptado, pero no tuve tiempo de redimirme, porque Lev comenzó a marcharse satisfecho.

― ¡Genial!― Dijo Lev entre un suspiro de emoción ― Te paso a buscar a las siete― Dijo y se marchó, pero antes nos regaló una de esas sonrisas que tan bien le sentaban.

No podía creer lo que acababa de hacer. Había aceptado ir a una cita con el enemigo de mi hermano.

GENS "Misión: Conquista a Marte"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora