AVATAR la leyenda de Marinette

Libro Fuego 🔥

Capítulo 5: una tarde hermosa

Marinette se encontraba en los exuberantes jardines del palacio de la Nación del Fuego, con los ojos vendados, inmersa en su práctica de tierra control. Desde niña, había desarrollado el sentido sísmico, una habilidad que le permitía percibir el mundo a través de las vibraciones de la tierra.

Con los ojos cerrados, Marinette extendió sus pies y se conectó con la tierra que la rodeaba, dejando que las vibraciones le revelaran los contornos del paisaje a su alrededor. A su alrededor, el sentido sísmico se extendía por todo el sector del palacio, permitiéndole sentir cada roca, cada árbol y cada estructura con una claridad sorprendente.

Mientras practicaba, Marinette sintió pasos acercándose, y una sonrisa se curvó en sus labios vendados. Reconoció qué era Adrien, y su corazón comenzó a latir con fuerza en su pecho.

"¿Qué estás haciendo?" preguntó la voz cálida y familiar de Adrien, haciéndola estremecer de emoción.

"Estoy practicando mi tierra control", respondió Marinette, quitándose la venda de los ojos y girándose hacia él. "tengo una especie de sentido sísmico para percibir todo a mi alrededor."

Adrien observó con asombro mientras Marinette explicaba su habilidad única. Admiraba la forma en que ella se conectaba tan íntimamente con la tierra, como si fueran una sola entidad.

"Es impresionante", murmuró Adrien, con admiración en sus ojos verdes. "Nunca había visto algo así antes."

Marinette sonrió con gratitud, sintiéndose abrumada por la admiración de Adrien. "Gracias. Es una habilidad que he desarrollado desde muy joven, gracias a mi abuelo, el Rey Bummi."

A lo largo de la tarde, Marinette y Adrien continuaron su conversación, compartiendo historias sobre sus vidas y experiencias. Cada momento juntos solo aumentaba el enamoramiento de Marinette por Adrien, admirando su valentía, su bondad y su dedicación a proteger a su pueblo.

A medida que el sol se ponía en el horizonte, Marinette y Adrien se encontraron bajo el resplandor de la luna, perdidos en el brillo mutuo de sus miradas. El aire estaba lleno de una electricidad palpable, cargado con la promesa de un futuro incierto pero emocionante.

Marinette suspiró, sintiéndose envuelta por la magia del momento. "Adrien, quiero que sepas que eres increíble. Tu valentía, tu compasión, tu habilidad para proteger a los demás... Es...ejemplar ."

Adrien la miró con ternura, sintiendo una calidez inundar su pecho. "Y tú, Marinette, eres una verdadera inspiración. Tu fuerza, tu determinación, tu conexión con la gente ... todo da indicio de un gran avatar."

En ese momento, Marinette sintió como si el mundo entero se hubiera detenido, dejándolos a ellos dos solos en su propio pequeño universo. Aunque el amor aún no había florecido completamente en el corazón de Adrien, Marinette sabía que cada gesto de atención y cada palabra de aliento los acercaba un poco más.

Al final del día, mientras el cielo se llenaba de estrellas, Marinette se retiró a su habitación, con el corazón lleno de esperanza y sueños de un futuro compartido con el chico de ojos verdes que había capturado su corazón. Y mientras se sumergía en el sueño, sabía que el amor verdadero estaba destinado a encontrar su camino, sin importar los desafíos que se interpusieran en su camino.