AVATAR la leyenda de Marinette

Libro Fuego 🔥

Capítulo 6: Una Noche de Encuentros

El crepúsculo teñía el cielo con tonos dorados y anaranjados mientras el sol se deslizaba lentamente hacia el horizonte. Desde el balcón de su habitación en el palacio de la Nación del Fuego, Marinette observaba con admiración el resplandor de la tarde, perdida en sus pensamientos sobre Adrien.

Mientras tanto, en los jardines del palacio, Adrien practicaba solo, inmerso en su entrenamiento de fuego control. Cada movimiento era elegante y preciso, reflejando la maestría que había adquirido con su elemento.

De repente, la voz de su hermano gemelo, Aphelios, lo sacó de sus pensamientos. "¿Te importa si me uno a ti, Adrien?"

Adrien se giró para ver a Aphelios acercándose con una sonrisa en el rostro. "¡Claro, adelante!"

Aphelios se unió a Adrien en su entrenamiento, mostrando habilidades sorprendentes con las cadenas que solía llevar consigo. Aunque Adrien apreciaba la compañía de Aphelios, no pudo evitar notar la mirada astuta que el chico le lanzaba de vez en cuando.

"Muy bien, Adrien, ¿qué tal si hacemos una pequeña competencia?", propuso Aphelios con una chispa traviesa en sus ojos.

Adrien asintió con entusiasmo, dispuesto a aceptar el desafío. Juntos, comenzaron a competir en una serie de ejercicios de fuego control, cada uno tratando de superar al otro en habilidad y destreza.

Mientras tanto, desde el balcón de su habitación, Marinette observaba con fascinación la escena que se desarrollaba en los jardines. Su corazón latía con emoción al ver a Adrien en acción, maravillándose de su gracia y habilidad.

Sin embargo, también notó la mirada insistente de su hermano, Aphelios, dirigida hacia Adrien. ¿Qué estaría tramando su hermano gemelo? Se preguntó mientras observaba la escena con curiosidad.

Después de un rato, Adrien y Aphelios terminaron su competencia, ambos jadeantes y sonrientes por el esfuerzo. Mientras se recuperaban, Aphelios aprovechó la oportunidad para entablar una conversación más íntima con Adrien.

"Adrien, ¿qué piensas de mi hermana, Marinette?", preguntó Aphelios con una mirada significativa.

Adrien se sintió un poco sorprendido por la pregunta directa de Aphelios. "Bueno, Marinette es una gran amiga", respondió sinceramente. "Es increíblemente talentosa y valiente. Es sorprendente su habilidad como Maestra Tierra."

Aphelios asintió con aprobación, aunque su expresión revelaba un atisbo de frustración. "Sí, Marinette es realmente increíble, pero dime en general qué te parece?".

-"bueno me parece que sera un gran avatar". En la mente de aphelios * este chico es ciego*.

Después de hablar con Adrien, Aphelios se deslizó silenciosamente hasta el balcón donde Marinette observaba la escena. Con una sonrisa traviesa, se acercó a ella y le dio un ligero golpecito en el hombro.

"¿Qué piensas, hermanita?", preguntó con una mirada cómplice.

Marinette apartó la mirada de los jardines y miró a su hermano con curiosidad. "¿De qué estás hablando, Aphelios?"

Aphelios le lanzó una mirada significativa. "De Adrien, por supuesto".

Marinette sintió un nudo en el estómago al pensar en Adrien. "Aphel. A veces me parece que solo me ve como una amiga."

Aphelios frunció el ceño, no contento con esa respuesta. "¡Pero eres mucho más que eso, Marinette! Aparte de ser el avatar. Eres una Maestra Tierra increíble, valiente y talentosa. Si Adrien no lo ve, entonces es él quien está perdiendo."

Marinette sonrió débilmente, agradecida por las palabras de ánimo de su hermano. "Gracias, Aphelios."

Aphelios le dio un golpecito juguetón en el hombro. "¡Y si Adrien no se da cuenta de lo increíble que eres, entonces tendrá que vérselas conmigo y mis cadenas!" bromeó, haciendo reír a Marinette y levantando un poco su ánimo.

Aunque Marinette aún tenía dudas sobre los sentimientos de Adrien, las palabras de apoyo de su hermano gemelo la reconfortaron. Sabía que, pase lo que pase, siempre tendría a Aphelios a su lado, dispuesto a defenderla y animarla en los momentos difíciles.

Con una nueva determinación en su corazón, Marinette miró hacia los jardines, decidida a enfrentar lo que el futuro pudiera deparar. Y mientras la noche se cernía sobre ellos, los gemelos Shein compartieron una risa cómplice, unidos por el lazo inquebrantable de su amor fraternal.