la chica misteriosa de La Isla

Capítulo 3: No puedo sacarla de mi mente

Capítulo 3: No puedo sacarla de mi mente

Continuando desde el Capítulo 2...

Lena se encontraba de regreso en Ciudad Nacional, pero su mente y corazón seguían atrapados en la isla misteriosa y en la chica que la había salvado. No podía quitarse de la cabeza aquel encuentro y la conexión que había sentido con la joven desconocida.

Un día, mientras Lena estaba en su habitación, su hermana Samantha entró y notó que algo no estaba bien. La miró con curiosidad y le preguntó qué le pasaba, notando que Lena parecía distraída y preocupada.

Lena, con voz cargada de emoción, le confesó a Samantha que no podía dejar de pensar en la chica misteriosa que la había salvado en la isla. Estaba convencida de que aquella joven había sido quien la rescató cuando quedó varada después de la competencia.

Samantha, sorprendida, trató de razonar con Lena y le recordó que cuando el helicóptero las encontró después de cuatro días, Lena estaba en estado de hipotermia y con una lesión en la cabeza. Era improbable que lo que había vivido en la isla fuera una alucinación.

Enojada, Lena afirmó con convicción que no estaba mintiendo y que la chica misteriosa existía. Comparó su historia con las películas de Disney, como "La Sirenita" y "La Bella y la Bestia", donde los protagonistas se encuentran con seres mágicos y extraordinarios. Estaba segura de que su encuentro no era producto de su imaginación.

Samantha rió irónicamente y le dijo a Lena que era ridículo creer en esas historias de fantasía. Sin embargo, decidió dejar el tema de lado y le propuso a Lena ir a practicar a la playa.

Justo en ese momento, una chica de cabello negro hasta los hombros y ojos azules entró corriendo y le dio un beso a Lena. Era Andrea, una amiga cercana de Lena.

Samantha, molesta, preguntó cuánto tiempo había pasado desde que la encontraron y dónde estaba varada. Estaba preocupada por la salud de Lena.

Andrea, mirando a Samantha con desaprobación, explicó que Lena había estado varada en una isla durante varios días, con una conmoción cerebral. Le reprochó a Samantha por no haber estado presente ni preocupada cuando Lena había desaparecido, y ahora que había regresado, parecía mostrar interés repentino.

El ambiente se volvió tenso y lleno de resentimiento. El misterio en torno a la isla y la chica misteriosa seguía creciendo, generando aún más incertidumbre y ganas de saber más en los lectores. ¿Quién era realmente la chica misteriosa? ¿Qué conexión tenía con Lena? Y, sobre todo, ¿qué secretos ocultaba la isla?

La historia de Lena y su búsqueda de respuestas apenas empezaba. Los lectores quedaban intrigados y ansiosos por descubrir la verdad detrás de los acontecimientos extraordinarios que rodeaban a Lena y su encuentro en la isla misteriosa.