AKAREN WEEK 2024

Transformación | Canibalismo

⚠️ADVERTENCIA: Este capítulo hará mención a "relaciones tóxicas", canibalism0 leve y tortura. Leer bajo su propio riesgo. ⚠️

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Dentro de su mente se esconden pensamientos perversos que buscan salir a la luz a como de lugar.

Detrás de su suave y linda sonrisa solo existe un demonio capaz de hacer lo impensable.

Kyojuro, antes un joven cazador, determinado a eliminar los demonios del hermoso mundo que lo rodea, ha dejado de existir.

Akaza, quien no pudo evitar que llegará hasta ese estado por mucho que lo intentara, no esta preparado para afrontar las consecuencias de las decisiones que alguien más ha tomado.

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Los cazadores de menor rango estaban a salvo al igual que los doscientos pasajeros, el demonio muerto y todo en paz. Kyojuro suspiro tranquilo, había terminado con la misión de manera exitosa.

Quién diría, que en unos minutos posteriores, todo se volvería tan peligroso para él.

- No mueras, Kyojuro.

Recuerdos borrosos le aturden la mente, se da un fuerte golpe contra una pared, la sangre recorre su frente antes de que la herida provocada por su arrebato se sane de inmediato. Se cubre más con la capucha, empezando a caminar.

No debe llamar la atención.

- Kyojuro.

No voltea, sigue con su camino, debe llegar a la localización que su compañero le ha dicho antes de irse y dejarlo solo en medio de ese poblado. Se traga en gruñido de frustración que quiere salir de su garganta.

- Kyojuro. Kyojuro. Kyojuro.

- Cállate.

Se detiene, el santuario se alza frente a sus ojos, parece muy bien cuidado y eso le llama la atención. ¿No se supone que estaba abandonado? Maldita información falsa de demonios inferiores.

Sus palmas empiezan a calentarse, formando llamaradas peligrosas que lo tientan a eliminar ese lugar de un solo ataque. Sin embargo, la risa de su compañero, quien ya se encuentra a su lado lo tranquiliza.

- Hola, bonito. Al fin llegas.

- Hubiera llegado antes de no ser porque me abandonaste en medio de la nada.

Se ríe de nuevo, esta vez tomándolo de su mano para guiarlo por el santuario. Es un lugar hermoso, lleno de vida y sus paredes brillan de lo limpias que están. Es puro.

Su acompañante lo hace tomar asiento en el piso, dejándole una caricia superficial en su mejilla, mostrando todos sus dientes en una gran sonrisa.

- Te tengo una sorpresa, precioso.

- ¿De qué podría tratarse?

- Solo se que te encantará, cariño.

Detrás de la gran cortina que se encuentra frente a él, su compañero le tiene preparada la sorpresa más agradable que haya visto jamás, su sonrisa crece de inmediato dándole una apariencia mucho más salvaje y peligrosa de la que tenía con anterioridad.

- Provecho, precioso.

El demonio de mayor rango toma asiento junto al otro, mirando de reojo como este se relame sus labios y salta sobre la comida, destrozando cada extremidad mientras suelta de vez en cuando algunas risas al momento de devorar cada una de ellas.

La sangre salpica por todos lados, manchando las paredes y dejando una clara evidencia de lo que sucede en aquel lugar. Kyojuro tiene sus pupilas afiladas, tal como las de un gato, mientras disfruta de su actividad favorita del mes.