Capitulo 9

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Amelia...

Han pasado ya dos semanas de lo sucedido en el cumpleaños de Alastor, desde aquel beso tan inesperado pero anhelado y todo ha cambiado drásticamente

Ahora el castaño se comportaba de una manera más cariñosa conmigo cuando estábamos los dos solos y cuando salíamos al público era bastante protector, no dejaba que nadie me tocara de una manera coqueta y si alguien lo hacía por amabilidad o para llamar mi atención siempre podía escucharse un pequeño quejido disimulado por parte de los labios del moreno

Lo cual me causaba bastante gracia por como miraba a las demás personas que no le agradaba que se acercaran, pero tenía que mantener su postura amable, otra cosa que eh notado es que, si antes evitaba a toda costa que alguien extraño lo tocara, ahora es aún mayor. Estaba alerta constantemente a su alrededor y sobre todo le prohibió a Mimzy que lo abrazara o tocara

Ganándome una mirada llena de odio y amargura por parte de la chica regordeta que ha hecho de todo por acercarse a Alastor y eso ya me estaba irritando incluso a mí, ahora se aparecer en la estación de radio sin previo aviso o sin que la anuncien, también se ha invitado sola a almorzar con nosotros y siempre trata de captar la atención del mayor quien solo le responde con monosílabos a todas las preguntas que le hace, mirándome con odio y desprecio sin que Alastor se dé cuenta

Pero yo no me quedaba atrás, siempre le daba una sonrisa algo burlesca cada vez que Alastor de manera defensiva me pegaba a su cuerpo para darle a entender de una manera disimulada y cortes algo bastante obvio pero que a la chica aun le costaba comprender

Sin embargo, por mucho que yo quisiera que dicha relación de amistad acabe de una vez, no podía decirlo, pues Mimzy le brindaba a Alastor las personas que serían sus víctimas cuando tenía sed de asesinar a alguien. Así que si le digo que ya no quiero que nos juntemos más con la rubia, seria también decirle que dejara de hacer algo que de cierta manera le gusta a un nivel algo retorcido debo de admitir, pero yo así lo acepto, pues a pesar de que sea un asesino en serie, también sigue siendo aquel joven locutor que me enamoro con sus encantos, carisma, chistes y anécdotas

Donde muchas veces me salvo la vida, donde siempre me ha halagado y me ha mostrado que, aunque el mundo pueda catalogarlo como un monstruo sin saber quién es el que anda asesinando por las calles de Nueva Orleans, también puede ser un chico dulce, consentimientos y emociones como todo ser humano

-¿Querida, en que piensas?

Escuche al moreno a un costado de mi oreja mientras asomaba su cabeza a un costado de mi cuello teniendo sus manos en mi cintura

-Oh, en nada en especial Al

Sonreí como a él le encantaba que hiciera, estábamos en casa y yo estaba preparando la cena mientras que el moreno ponía la mesa

-¿Esta todo en orden? – asentí dándome la vuelta quedando frente a frente con su rostro a escasos centímetros del mío

-Claro que sí, ¿alguna vez te eh mentido? –levante una ceja divertida y el castaño rio un poco para dar un pequeño beso en mis labios

Aun no me acostumbro a esas muestras de cariño, pero me encantaba cada vez que lo hacía y sentía ese cosquilleo en mi estomago

-Tienes razón

Seguido a eso el castaño me ayudo a servir la comida para llevarla a la mesa y tener una magnifica velada con su compañía como lo eran todas las noches desde que estoy en esta casa, bajo la luz de las velas, la calidez de las palabras del moreno y sus chisteas que a veces no eran buenos, pero de todas formas me hacían reír como nunca, cautivando al mayor que estaba sentado al frente mío

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