La marca - NoMin

Capítulo 10

Jeno mantuvo una estrecha vigilancia sobre Jaemin mientras almorzaban. Sabía que su compañero estaba abrumado por todo lo que estaba sucediendo. Realmente no podía culpar a Jaemin. Todo lo que siempre había conocido era diferente de lo que le decían. El hombre tuvo que sentir como si la alfombra fuera sacada de debajo de él.

Jaemin parecía totalmente asombrado por la madre de Jeno. Jeno sabía que tenía padres en el clan. Jaemin los mencionó brevemente, pero sólo brevemente. Jeno no tenía idea de cuál era la relación de Jaemin con ellos.

Los cachorros fueron un gran éxito, como Jeno sabía que lo serían. Dudó que su madre o su padre los hubieran dejado fuera de su vista desde que entraron en la habitación. Fue realmente agradable de ver. Sus padres siempre habían querido que él encontrara a su pareja y se calmara, y ahora lo había hecho. Los cachorros fueron una ventaja.

Jeno levantó la vista cuando el mayordomo entró en la habitación y se inclinó para susurrar algo al oído del Anciano Sihyuk.

Jeno apretó su mandíbula cuando su padre miró en su dirección.

—¿Qué? —preguntó, aunque estaba bastante seguro de que ya lo sabía. El día había estado yendo muy bien.

—Parece como si tu problema te hubiera seguido hasta aquí —dijo el mayordomo.

Jeno gruñó.

El Anciano Sihyuk arqueó una ceja, un gesto que Jeno había visto crecer cien veces.

—No creo que él sepa que estás aquí.

Jeno frunció el ceño.

—¿Cómo puede no saberlo? —si el hombre había estado en su camino, lo habría seguido hasta la puerta de la sede del consejo.

—Está aquí para registrar a su omega. No dijo nada sobre la pérdida de su omega.

—¿Yo? —chilló Jaemin. —¿Está hablando de mí?

—A menos que tenga otro omega —respondió el Anciano Sihyuk.

Jaemin negó con la cabeza.

—No que yo sepa.

—Bueno, dudo que haya encontrado uno nuevo desde que lo viste por última vez.

Jeno acercó a Jaemin a su lado. Estaría condenado si permitiera que Minho reclamara a Jaemin como su omega. Jaemin ya pertenecía a Jeno, y no estaba dispuesto a abandonarlo.

—Jaemin ya está registrado como el omega de mi clan —insistió Jeno. —Minho no puede tenerlo.

—Si bien eso es cierto, Jaemin todavía tiene derecho a elegir a qué clan pertenece.

Jeno apenas se contuvo de gruñir. Sabía que su padre simplemente intentaba ser diplomático, pero lo odiaba. Jaemin era suyo.

—¿Entiendes lo que estoy diciendo, Jaemin? —preguntó Sihyuk. —Como omega, tienes derecho a elegir a qué clan perteneces. Todos los omegas tienen derecho a ir y venir de sus clanes, así como a ser transferidos a otro clan sin el permiso de su alfa.

La mano de Jaemin se apretó en el brazo de Jeno con cada palabra que decía el Anciano.

—Quiero quedarme con Jeno.

El Anciano Sihyuk sonrió.

—Pensé que dirías eso.

—No puede obligarme a ir con él, ¿o sí?

—No, Jaemin. Pero debido a que hay dos clanes diferentes que te reclaman, Minho tiene derecho a exponerte su caso sobre por qué cree que debes unirte a su clan, al igual que Jeno.