La marca - NoMin

Capítulo 12

—¿Cómo puede alguien escapar de la sede del consejo y nadie ve una maldita cosa? —Jeno gritó las palabras, golpeando con su puño sobre la mesa. Estaba más que enfadado.

Minho había desaparecido. No había rastro de él en ninguna parte de toda la finca. Los terrenos habían sido registrados. La mansión había sido registrada. El campo circundante había sido registrado. Minho simplemente se había ido.

Simplemente no tenía sentido.

Jeno siempre había visto la sede del consejo como un lugar seguro. Claramente no fue así. A pesar de todas sus medidas de seguridad, no sólo alguien había sido asesinado, sino que el asesino había escapado sin ser visto. Habían pasado varias horas. Minho podría estar en el otro lado del país por ahora.

—¿Podría alguien ayudar a Minho? reflexionó en voz alta. Fue una pregunta honesta dadas las circunstancias, por lo que no entendió por qué su padre le lanzó una mirada sucia. Jeno levantó una ceja hacia el hombre. —¿En serio crees que desapareció en una nube de humo solo?

—Todos aquí son leales al consejo —respondió el Anciano Sihyuk.

—¿Y si quien lo ayudó no supiera que lo estaban ayudando? —preguntó Jaemin.

Jeno miró a su compañero.

—¿Qué quieres decir?

La cabeza de Jaemin se inclinó hacia un lado mientras miraba hacia atrás.

—Exactamente lo que dije. Minho es un alfa. Él lidera su propio clan. Estoy seguro de que varias personas lo vieron llegar y ser admitido en la mansión sin ningún problema. Si jugaba al buen tipo, ¿por qué no decir que ayudó porque no sabía lo que había hecho?

Jeno entrecerró los ojos.

—De verdad odio cuando tienes sentido —lo había dicho antes, pero se repetía.

Jaemin sonrió.

Miró a su padre.

—Quizás quieras comenzar a interrogar a tu gente.

El Anciano Sihyuk hizo una mueca.

—Sí, parece que la situación no es tan clara como me hubiera gustado.

Jeno sabía que venía de ser un Anciano y diplomático, pero sólo una vez, deseó que su padre hablara claramente. Sonrió porque estrangular a su padre no los llevaría a ningún lado.

—¿Crees que podrías hacerlo ahora?

Él realmente sólo quería que todo esto terminara. Estaba cansado de que su compañero tuviera miedo, de que sus cachorros estuvieran en peligro y de no poder comenzar una vida con Jaemin y su nuevo clan.

Mientras su padre se levantaba y hacía lo que fuera que tenía que hacer para descubrir qué estaba pasando en su casa, Jeno se volvió hacia su compañero. Jaemin estaba tan pálido que estaba blanco. Ya no temblaba, así que eso era algo.

—Voy a arreglar esto, Jaemin.

—¿Cómo? —preguntó en voz baja. —Ni siquiera sabemos dónde está Minho.

Jeno frunció el ceño porque Jaemin tenía razón, pero tenía que haber alguna forma de localizar al tipo. La gente no podía simplemente desaparecer, especialmente los alfas del clan. Incluso si no estuviera por ningún lado en este momento, eventualmente tendría que mostrarse a sí mismo. Sólo necesitaban descubrir cómo hacerlo hacer eso.

—¿Hay alguien a quien puedas contactar en tu antiguo clan? —preguntó.

Jaemin arqueó las cejas.