𝑳 𝑶 𝑽 𝑬 𝑶 𝑵 𝑻 𝑯 𝑬 𝑩 𝑹 𝑨 𝑰 𝑵 ||Han Lue [En Proceso]

6||CAPITULO SEIS

❝COME CLOSER,
COME CLOSER❞

Recuesto mi espalda sobre el suelo alfombrado y un suave quejido sale de mis labios por el dolor de espalda, pero lo ignoro. Dejo caer mi cabeza justo al lado de la de Han. Volteo mi rostro y rozo la punta de mi nariz con su mejilla sacándole una risa diminuta.

-Basta, eso da cosquillas. - a pesar de que se queja no abre los ojos.

-Ese es el punto.- continuo rozando mi nariz con si mejilla hasta que pega la palma de su mano en mi cara alejándola.

-No me gustan las cosquillas, fresita.- expecta aún con los ojos cerrados. Quito su gran mano de mi rostro y vuelvo a recostar mi cabeza junto a la suya pero está vez no le hago cosquillas. Guardo silencio y observo su perfil, su nariz un poco grande (según Aiko), sus finos labios rosados y su suave piel de bebe.

Este hombre es todo un enigma para mi porque, a pesar de que ya llevamos unos dos meses de conocernos aún no se nada de él o de su pasado. ¿Qué fue lo que realmente lo impulsó a volver a tokio después de tanto tiempo?¿Por qué cada vez que le saco el tema de su trabajo en Estados Unidos el parece simpre desviar la conversación?. Como esas hay más preguntas que me entantaría hacerle pero ciertamente no tengo las agallas suficientes, porque siento que si lo hago estaría irrumpiendo algún tipo de privacidad que el obviamente desea que se mantenga. Un carraspeo interrumpe mis pensamientos haciéndome volver a la realidad.

-¿En qué estarás pensando para tener esa expresión en tu rostro?- pregunta en voz baja. ¿debería aprovechar el momento y responder todas mis dudas? nah, mejor no arruino nuestra linda tarde.

-Estaba pensando en tí.- parece que mi respuesta tan directa lo sorprende por unos segundos pero rapidamente se recompone.

-Esa cara la tienes seguido, por lo tanto eso significa que piensas mucho en mí. Dime si me equivoco.

-Estas en lo correcto. Siempre estoy pensando en tí. Pero cómo no hacerlo si eres tan guapo.- pellizco una de sus mejillas y el se queja.

-Bueno tú también eres un poco linda, pero solo un poco eh.- río fuerte junto a el y vuelvo a pellizcar su mejilla. Está vez no se queja si no que acerca su cabeza a la mía permitiéndome sentir ese olor tan peculiar, que es como madera fresca y menta. Inhalo profundamente y acaricio su rostro con un dedo.-¿Estás oliendome?- pregunta extrañado.

-Si. Tienes este olor tan familiar. Como madera, lluvia.- vuelvo a olfaterlo.- Menta. Ese olor me recuerda a los viejos tiempos y también a alguien. Creo que es mi papá- no creo que es mi tío.- toco mi barbilla y trato de pensar.- Carajo no recuerdo bien. De todas maneras no importa. Me gusta mucho.- dejo un beso sonoro en su mejilla y me levanto del suelo para echar un vistazo al departamento.

Era sábado y yo ya estaba libre de mi castigo, mentí a mi padre y le dije que iría a ver a Aiko pero en realidad fuí al taller de Han. Estuvimos ahí un rato hasta que sugirió que vinieramos a su departamento y yo acepté. Estamos a tan solo tres cuadras de su taller en un lindo departamento mediano. Tenía una sala espaciosa y la cocina estaba adornada con gavetines de madera haciendo lucir el lugar un poco robusto pero sofisticado. Tenía dos habitaciones y un baño muy lindo y cómodo. Estoy esperando el momento para tomar un delicioso baño en su bañera.