LIES OF LOVE |Naoya Zennin.|

05.

No sabía cómo había pasado.

Alcé la mirada a lo que ya era el cuerpo sin vida de mi compañero y amigo Haibara, estábamos Nanami, Geto y yo ¿Cómo pudimos dejarlo sacrificarse asi? de tan solo recordar todos los lindos y cómicos momentos que tuvimos lo único que sentía era dolor.

Intente moverme pero fue inútil, aquellas maldiciones me lastimaron tanto que llegaron al punto de haberme roto una pierna ahora tenía que estar en silla de ruedas, mientras tanto estaré excluida de misiones hasta recuperarme.

-Se supone que era misión de rutina, íbamos a derrotar a una maldición de segundo grando.

Oí hablar Nanami, note como apretaba los puños perdiendo el autocontrol

-¡Carajo!- Grito Nanami sosteniendo una silla y aventarla a otra parte.

-¡Nanami!- Le hable girando las ruedas de la silla hacia el, le di pequeñas caricias en su hombro.

-Se supone que se trataba de un Dios guardián.- Bajo su brazo sin quitarse el pañuelo de la cara.-Una deidad local, nos sobrepasaba.

-Nos dijeron que era débil, que no debíamos de preocuparnos mucho...- Aleje mi mano del rubio y seguí mirando el suelo, no me atrevía a mirar el cuerpo sin vida de Haibara.-Haibara fue el primero en dar en golpe, le dije..., ¡le dije que se cuidara! ¡El... Es un...!

No sabía que decir, no me atrevía a insultarlo.

-Nos acorralaron y cuando no había escape... el los retuvo en lo que escapamos...- No soporte más y sentí las lágrimas brotar de mis ojos, como caían sobre la tela de la falda larga escolar.-Ni Siquiera pude alcanzar hacer mi expansión de dominio, con eso..., tal vez nos hubiera...

-El hubiera no existe.- Me interrumpe Geto.-Ahora por lo pronto descansen, mandaron a Satoru a encargarse de la maldición.

-¿No sería mejor que el se encargará de todo?- Dijo fastidiado.-Debieron de haber mandado al "señorito perfecto" a exorcizar la maldición.

-Nanami basta, Si te sigues moviendo tus heridas no van a sanar.- Le dije al verlo intentar pararse, error, volvió a su asiento.

-Me iré a darle el aviso a la familia de Haibara, ustedes pueden seguir despidiéndose.

Lo mire de mala manera y antes que pudiera decir algo ya se había ido; Nanami logro mover la toalla húmeda en uno de sus ojos y miro el cuerpo de Haibara, cuando solo pensé que volvería a taparse note como una lágrima salió de su ojo.

Quedé sorprendida cuando más salieron de este ya que nunca había visto llorar a Nanami, rápido moví la silla a él y sin decirle nada jale de su camisa y lo puse su cabeza en mi pecho; Escucharlo sollozar y oir como intentaba reprimirse solo le decía que no lo hiciera.

-Dejalo salir, nadie te va a juzgar.

Acaricie delicadamente su cabello y sentí como Nanami se aferró a mi.

-Ese Idiota..., le dije que no se confiara.- Murmuraba.-El... dijo que nos alcanzaría.

-Lo se, hizo lo que pudo para que saliéramos vivos.- Le di palmadas en la espalda; A simple vista Haibara sabía que iba a ocurrir.

No era estupido era bastante claro que no íbamos a poder salir vivos de esa misión, se quedó para que logramos salir de ahí.

Un maldito astuto.

Paso un rato y nos pidieron que nos saliéramos de la habitación, ya que tenían pretendido hacerle funeral al cuerpo; Nanami no quiso irse pero lo convencí de que era mejor ir a tomar aire fresco.