LIES OF LOVE |Naoya Zennin.|

02.

—¿Nos tocará entrenar con los de segundo año?

Pregunté incrédula caminando rumbo a dónde estarían todos para ya entrenar, Nanami asintió ante mi pregunta bajando las escaleras.

—El profesor Masamichi así lo decidió. No me alegra el hecho de que nos toque con un engreído como Naoya.— Sonreí al oírle.

—¿Nos tocará ver a Naoya-kun? ¡Increíble! ¡Le voy a mostrar lo fuerte e increíble que puedo ser!— Dije alzando un puño al aire.

—Ahora estás sonando como Haibara.— Murmuró Nanami.—¿Que le viste a esa cosa?

—Mi querido Nanami...— Me aferre a su brazo sin dejar de caminar.— Fue hace mucho tiempo, ¿Quieres que te cuente? ¡Di que si! ¡Di que si! 

—Esta bien... Soy todo oidos.—Suspiro rendido sonriendo de medio lado.

Fue hace tiempo, aún recuerdo....

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—¡Satoru, espérame!— Grite corriendo lo más que pude detrás de él.

Este siguió corriendo con la pelota entre sus manos, el niño sonreía divertido mientras corría por el pateo de la mansión Gojo. Algunos miembros nos miraban sin interés y otros solo reían por como nos compartamos. Fue hasta que estuvo sus paso cerca de un árbol.

—Eres muy lenta _____, te falta odio.— Se burlo rebotando la pelota en el suelo.

—Para ti es facil ¡Y eso lo viste en un anime!— Le dije deteniendo de correr.—Pasame la pelota, Satoru.

—Bien, bien. ¡Pásala o si no te embarazas!— Me la lanzo rápido el albino.

Rápido se la tire de vuelta pero ágilmente la esquivó, así estuvimos un buen rato intentando pegarle con la pelota hasta que en un descuido la pelota salió rebotando fuera de la mansión Gojo. Satoru solo miro la dirección donde había salido la pelota.

—Hay no...

—¿Cómo recuperaremos la pelota?— Satoru alzo una ceja al oírme.

—"¿Vamos?", me suena a manada, tu ve por la pelota mientras que yo te hecho aguas.

Mire a mi alrededor en busca de algo que pudiese ayudarme lo cual era inútil a excepción del árbol, el problema era como subirme ya que yo no era tan hábil como Satoru. Le llame para que me ayudara el cual se quejo pero termino ayudándome.

—Pesas mucho...— Dijo lo cual por error puse mi pie en su cara.—¡Mi cara...!

—Shhh, nos van a escuchar.

Cuando mi mano tocó el muro rápido me colgué de esta para sostener mi peso y finalmente estar en la cima. La verdad las alturas me aterraban y el estar arriba millones de formas de lastimarme inundaron la mente; no tenía alternativa a si que conté para saltar. 

—1... 2...— Suspiré e inhale.—¡3!

Di un gran brinco y al fin había saltado el muro de la mansión, fue dolorosamente efectivo ya que me había raspado una rodilla y sin perder el tiempo fui en busca de la pelota, busque entre los arbustos e incluso gente que pasaba me dedique a preguntarles pedo ellos solo dijeron que no había visto ninguna pelota. Suspiré rendida y frustrada ya que me había raspado por nada.

Me senté en el suelo y me tranquilice procesando.

—¿Dónde está esa pelota...? 

Me levanté y aleje un poco de la mansión Gojo hasta el punto de perderme, genial. Primero el balón y ahora estoy perdida, me queda el meme de "¡Estamos perdidas, perdidas!" Vergüenza ajena. ¿Ahora que le diré a Satoru?

—¿Quien eres?

Una voz me hizo salir de mi cabeza y alzar la cabeza me tope con un chico de cabellos negro y rubio, este solo me miraba a mi sosteniendo en su otra mano una pelota, mi pelota lo que hizo se sonriera.

—¡Mi pelota!— Iba a tomarla pero ala alejo de mi.

—¿Es tuya?— La alzo con una mano al aire.

—Si, se nos fue a mi primo y a mi de la mansión Gojo. De verdad te lo agradezco.— El solo al oírme alzo una ceja y sonrió con arrogancia.

—Oh, ahora lo entiendo. Eres del clan Gojo.— Dejo salir una risa.—Debes de estar perdida.

—Encontrare la forma de regresar..., pero, podrías darme la pelota?

El solo me miro y miro de nuevo la pelota, este me la lanzo lo cual la atrapé. Sonreí al verlo.

—Muchas gracias!—Agradecí en una reverencia

—Me voy.— Se dio la vuelta dispuesto a irse pero lo detuve.

—Este... ¿Cómo te llamas? al menos quisiera saber tu nombre.

—Mmm...— Me miro de nuevo de arriba hacia abajo, sonrió de forma arrogante.— Naoya... Zenin.

Vaya, ahora entendí un poco su sonrisa arrogante, aún así sonreí amablemente y me incline ante el.

— Mucho gusto, mi nombre es ______ Gojo.

—Como sea. Deberías de irte al clan Gojo.

Rápido recordé aquello. Me despedí y me fui corriendo de ahí lo más rápido que pude en busca de la mansión.

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Actualidad

Mire desde lejos como Geto y Haibara entrenaban cuerpo a cuerpo, mientras que Nanami y yo estábamos sentados en los escalones mirando desde lejos. Vi como Naoya y sus dos compañeros charlaban entre si un poco más alejados de donde estábamos.

—Y así fue como conocí a Naoya-kun.— Finalicé explicandole a mi compañero.

—Entonces... ¿Te enamoraste de el solo porque fue amable contigo y te ayudo? Cualquiera lo hubiera hecho.

—No fue por eso, desde ese día casi todo el tiempo nos veíamos. Era como si el destino quisiera que estuviéramos juntos.

—O tal vez una excusa para salir de sus cabales.— Yo lo volví a mirar mal.—Deja de verme así, sabes que es cierto además, el no muestra algún interés en ti.

—Las cosas pueden cambiar...

Mire el cielo el busca de aquellos recuerdos donde soliamos ser Naoya y yo.