CAP. 15

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—Puedes llevar-lo de regreso? -pregunto Midnight que iba con Present Mic, ambos sosteniéndose en conjunto para no tropezar y acabar durmiendo en el camino a los dormitorios.

Luna asintió, mientras acomodaba el brazo del azabache sobre su hombro. Incluso si era la más lúcida su equilibrio no era el mejor, se despidió cargando con el peso del azabache en un lado de su cuerpo, sentía que en cualquier momento caerían juntos.

Luego de alejarse bastante, decidió que era momento de apurar el paso lo que significaba teletransportarse al pasillo y no hacer todo el camino hasta el. Mala idea, tan pronto aterrizaron en el pasillo el pelinegro amenazó con vomitar. Durante unos segundos se quedó petrificada esperando que se componga para no terminar limpiando aquel pasillo a altas horas.

Rotó la manija de la puerta, dejando la puerta levemente abierta para que entrara la luz. Cargó con Aizawa a un lado hasta llegar y recostarlo en la cama, acomodó la almohada para que su cabeza quedará elevada y no le dieran ganas de vaciar su estómago.

Luna tomó un descanso sentada en el suelo antes de moverse a quitarle un lado de aquel saco que aún vestía, se detuvo de nuevo al notar que la prenda quedaría atrapada debajo del azabache si no lo movía, y con todo lo que bebió, no estaba segura de que no vomitaria.

—Que problemático… -Dijo mientras le quitaba el otro lado.

Miró alrededor buscando un edredón cuando se dio cuenta que no tenía con que cubrirlo.

—Permiso -dijo antes de abrir las puertas del armario y sacar uno de la parte superior.

—Tu eres la problemática.. -murmuró el azabache, cuando se acercó a cubrirlo.

— Estás borracho, duerme.. -contestó mientras lo cubría de pies a cabeza.

Aizawa abrió los ojos un par de milímetros mirándola directamente.

—No estoy borracho.. -Su voz era rasposa pero clara, probablemente si encendía la luz vería el blanco de sus ojos rojos, aunque solía ser habitual en él.

—Si… no lo pareces..

—El cajón… toma lo que hay allí -Luna lo miró sin saber si acatar aquellas órdenes, por curiosidad abrió el cajón que el azabache señaló, agarró el frasco intentando leer que era- llévatelo

Miró nuevamente el frasco leyendo su contenido ‘vitaminas’.

—No estoy enferma, no hace falta..

Le dijo llevando su mano de regreso al interior del cajón, acto que fue detenido por una mano grande y tibia que rodeó con indiferencia su muñeca, pero Luna no pudo evitar notarlo, era muy puntillosa sobre el contacto físico, estaba tensa.

—Lo último que quiero es que la instructora de mis alumnos colapse en medio de una clase.. solo tómalo… -el agarre se aliviano durante unos segundos.

La mirada fija sobre su muñeca fue hacia el azabache, aquellas palabras la ofendieron lo suficiente como para olvidar aquel detalle.

— ¿Qué significa eso? -no se consideraba débil, no cuando pasó por muchas pruebas para llegar a dónde, a su posición.

En aquella oscuridad no lograba descifrar la mirada del azabache sobre ella y menos su actitud. La respuesta que le brindó luego no hizo más que confundirla más.

—Desde un principio te malentendí, lo siento..

— Debes estar muy borracho… -fue la respuesta de Luna luego de unos segundos levantándose del suelo pero aún con el frasco en la mano- descansa -se despidió saliendo y cerrando la puerta detrás de ella.

EN LA MIRADonde viven las historias. Descúbrelo ahora