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— No, de nuevo no por favor — dijo en un susurró Zhang.

El sonido de la puerta siendo abierta y cerrada sin el más mínimo aviso lo alerto, giró sobre su estómago quedando recostado sobre el respaldo de su cama.

— HaoHao

Sonrió.

— Hola Binnie.

Hanbin hizo una mueca algo confundido.

— ¿Por qué no fuiste a la escuela hoy Hao?

— Estaba enfermo — respondió sin darle mucha importancia al tema de conversación.

— ¡Mientes!

— ¡¿Qué?! ¿Por qué mentiría?, espero, ¡¿Qué haces?! — Grito el rubio intentando liberarse del agarre del mayor, el cual estaba ahora sobre él, estaba muy cerca, joder.

— Ayer cuando te fuiste de casa estabas bien, ¿Cómo podrías enfermarte así de la nada?

— No fue así de la nada Bin, y ya quítate de encima o te dejo sin descendencia.

— Oye, tranquilo bonito.... ¿Acaso eres sadomasoquista? — cuestiono sobándose la cabeza donde había sido golpeado por el menor.

— No me digas así y habrá paz, ahora.. quítate de encima Bin, que me estas lastimando.

— Ya, ya, perdón — dijo sentándose sobre el colchón — ¿Ya estás mejor entonces?

Hao asintió haciendo un sonidito de afirmación y Sung sonrió.

— ¿Me dejarías tocarte un cachete?

El rubio frunció su ceño

— ¿Por qué quieres tocarme un cachete?

— Porque se ve tan suave, redondito, gordito, y gran- ¡Auch! mierda Hao, deja de pegarme.

— ¡Cerdo depravado! — grito intentando esconder su sonrojo — mejor ve a tocarle el trasero a las chicas, a mí déjame en paz Sung Hanbin.

La risa del castaño lo dejo en estado de confusión.

— Así que chiste HaoHao, quiero tocar carne, no hueso — dijo moviendo sus cejas de arriba a abajo.

— ¡Lárgate de mi habitación en este instante Sung Hanbin!

— ¡No, No! ¡Con la consola no!

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Nalgofilia [Haobin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora