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- ¿Estás seguro de esto Hao?

Zhang negó.

- Solo lo hago por Hanbin, pero no estoy seguro - admitió soltando el aire despacio, intentando calmarse.

Miro una vez más su atuendo frente al espejo.

Llevaba una blusa negra sencilla junto con una falda corta de olanes, dejando a la vista sus gruesos muslos y el inicio de su trasero, sus piernas estaban cubiertas por unas medias de red del mismo color que el resto de su atuendo, su cabello rubio estaba desordenado, dándole un aspecto sensual y atrevido. Había algo de maquillaje sobre su rostro, en sus muñecas se encontraban un par de brazaletes, y como cereza del pastel, alrededor de su cuello reposaba un lindo collar en el cuál estaba escrito "Conejito de Sung", cortesía del dueño del apellido.

Hanbin había intentado por todos los medios posibles tener una relación más que amigos con Hao, después de que el menor le dijera, te dejaría tocar mi trasero si fueras mi novio.

Desde ese momento Sung había comenzado a invitarlo a citas, las cuales no eran nada fuera de lo común ya que siendo amigos salían mucho, pero Hanbin se había encargado de que el significado de cita estuviera presente. Los regalos, cartas, mensajes y llamadas por la madrugada si marcaron una diferencia en su rutina.

Hanbin hace aproximadamente una semana le había pedido ser su pareja oficialmente, a lo que Hao se negó rotundamente, alegando que para el mayor solo era un capricho y nada más.

Sung al escuchar esto había hecho frente a Hao lo que jamás había visto en él, llorar.

Sung Hanbin había llorado, por su causa, el en verdad habia pensado que el mayor lo veía como un juego y ya, tenía miedo de salir lastimado que no se dió cuenta de que estaba lastimando al mayor con sus inseguridades, porque si bien Hanbin había mostrado solo interés por su trasero - eso es lo que pensaba Hao - con el paso de tiempo, paso a segundo plano.

Había pasado lo que nunca creía que sucedería, Hanbin se había enamorado por primera vez, y también le habían roto el corazón, a Hao le dolía ser el causante de eso.

El también estaba enamorado de Sung, pero esto era desde mucho más antes de que Hanbin sacara a relucir que padecía Nalgofilia.

Y ahora le tocaba remediarlo.
Sería el mejor regaló de cumpleaños que Hanbin hubiera pensado en recibir ese día.

- Yo puedo hacerlo... - se animó a si mismo - mierda Ricky, agárrame que me desmayó, joder...

- Ay HaoHao.

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Nalgofilia [Haobin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora