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Extra

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- ¿Sorpresa? - dijo un Hao muy sonrojado.

Los ojos de Hanbin se clavaron en Hao durante unos segundos, observando lo que estaba usando...

Lencería.

Lencería negra junto a un conjunto del mismo color. ¡Joder! ¿Dónde estaban los pensamientos puros cuando los necesitabas? Algo se estremeció y no fue su corazón, cuando sus ojos alcanzaron el collar de conejito con su apellido escrito en él, se había endurecido.

- HaoHao - tragó, estaba tan conmocionado que cuando comenzó a caminar hacia el menor casi se cae por tropezar con unas cajas de cartón.

- ¡Cuidado que te caes! - reprochó levantándose de la cama para ayudarlo a sentarse sobre esta.

Hanbin siempre fue bendecido por Dios, pero en ese momento no podía dejar de agradecer todo en su vida por poder presenciar a su HaoHao tan jodidamente sexy, sin darse cuenta el mayor estaba babeando por su cuerpo y por la forma en que su trasero sobresalía de la falda dejando ver, ¿Bragas?, santo cielo, Hanbin ahora sí que podía morir en paz.

- ¿Te lastimaste? - pregunto sacando al mayor de su trance quien parpadeó aún atónito.

- ¿Ah?

Hao rio.

- Pregunté que si te lastimaste, tonto.

- Eh, no, no est-toy bien... pero Hao..., ¿Qué significa esto?

Zhang Hao abrió sus ojos en grande recordando su objetivo inicial de estar ahí.

- ¡Oh, mierda! ¡Lo olvidaba! Espera - sonrojado, se irguió sobre la cama quedando de pie sobre esta. Miro al mayor y sonrió - ¡Soy tu regalo Binnie! - dijo, de repente se había llenado de confianza - puedes hacer conmigo lo que quieras.

Los ojos del mayor viajaron hasta la mesita de noche, notando que sobre está habían juguetes sexuales, un dildo, un látigo, unas esposas y un anillo.

- ¿Estás seguro? - preguntó acercándose a él.

- Demoré una semana en planearlo, no lo haría si no estuviera seguro. Todo está bien mientras sea contigo - susurró, mientras Hanbin se sentaba frente a él.

- De acuerdo bonito - tiro de Hao haciendo que esté quedará de rodillas frente a él - empecemos - mordió el lóbulo de la oreja de Hao, quien gimió y se removió ansioso. Estaba a punto de llevar sus manos al pecho de Hanbin, pero una mano se lo impidió - no me toques a menos qje yo te lo diga, ahora, se un buen cachorrito y espera.

- Si, Hanbin.

- Amo.

- ¿Qué?

- Dime amo, bebé, quiero que me digas así por el resto de la noche, ¿De acuerdo? - se levantó sin esperar respuesta.

- Si, Hanb- amo - se corrigió y asintió, no lo decepcionaría está noche.

.

.

.

El corazón de Hao dió un saltó cuando vio a Hanbin volver.

- Vamos.

- ¿A-a dónde?

- ¿Te di permiso de hacerme preguntas, bonito? - cuestionó guardando las cosas que se encontraban en la mesita en una pequeña mochila.

- Lo siento.

- ¿En tu casa se encuentra alguien?

- Oh.., no. Ryeoun Hyung se ha ido a quedar con su prometida.

Nalgofilia [Haobin]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora