Confesiones (Capitulo 1)

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—En la casa de Cartman—

Que día tan pesado el que me ha tocado —Dijo el dueño de la casa mediante bostezos. Lanza su maletín encima del sofá y deja pasar al invitado que había llevado— No es la gran cosa, pero siéntete cómodo —El chico de cabellera roja mira a su alrededor con una expresión de asombro— ¿Esta es tu casa? Siempre pensé que vivirías bajo un puente. —Escuchó una risa—

¿Porqué lo dices? ¿Nunca creíste que pudiera ser alguien exitoso? Bueno, la gente hace giros inesperados a su vida, creo que soy el más afortunado. — Que descarado fue escuchar eso sabiendo que de pequeño siempre fue un niño donde lo complacieron y mimaron en todo, no se esperaba una mejor respuesta — Qué bueno que lo digas de esa manera, me haces recordar todas las ocasiones en donde todo te salía bien mágicamente, cada cosa que salía de tu boca se hacía realidad. ¡Wow! ¡Que sorprendente eras Eric! ¿Ahora me saldrás con la pendejada de que tuviste suerte en la vida? ¿Y qué por eso eres un tipo con mucho dinero? ¿Para eso me trajiste a tu casa, para restregarme el éxito en la cara?

Cuando me lo dices así, me haces sentir en la cima Kyle. ¿Quieres algo de beber? Tengo un poco de Whisky y Ron. ¿Qué prefieres? —Lo miró con determinación hasta que el contrario tomo asiento en uno de sus sofás pequeños donde cabía una sola persona—

Dame algo fuerte, lo más fuerte que tengas si es posible —Tapo su rostro con una de sus manos con los ojos semi-abiertos, su campo de visión estaba pasada en el suelo hasta que el más alto se marcho a la cocina.

Se apresuró a mirar de arriba hacia abajo buscando algo sospechoso con lo que quisiera hacerle algo, una sartén, una cuchara o tal vez un tenedor, él es Eric Cartman, algo se me podía ocurrir en tan solo segundos si se lo proponía— (Vaya, una buena casa si tiene, pero, como lo logró?) —Pensó por unos segundos, vió de arriba hacia abajo los retratos de Eric por todos lados, cada portada de sus revistas o noticias transmitidas en la televisión o en el periódico. ¿Tan famoso era ese rostro tan impuro y maldadoso? Bueno, no podía quejarse de él, después de todo había algo en común en ellos dos.

No te exaltes, ya volví. —Cartman sostenía una bandeja que dejó en la mesa segundos después, había una botella de whisky por la mitad, le acompañaban dos vasos de vidrio, un plato con rodajas de limones ácidos y sal al lado. — Ahora si podremos hablar con más calma. — Sirvió Whisky.

Cuéntame Kyle, porque estás escapando de los oficiales? —Le entregó el vaso de Whisky— Es una larga historia, no creo que un hombre "tan importante" tenga todo el tiempo libre de la noche para escucharme. —Bebe— No te preocupes soy todo oídos. Ten confianza conmigo. —Vió al pelirrojo—.

Pasó hace un año y cinco meses.

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¡KYLE BROFLOVSKI! — Ese grito retumbó en todos los lugares de la casa Broflovski. — Hum...? —Kyle salió de su habitación y bajó las escaleras— ¿Qué sucede mamá? Me asustaste con el grito que pegaste, estás bien? — Vi a mi madre de espaldas, Ike estaba a mi lado y parecía estar ¿asustado? Le susurré que estuviera tranquilo, me obedeció y luego me acerque a mi madre — Mamá?

Una bofetada dada con alta presión se marcó en la mejilla del menor, Sheila estaba muy enojada, la furia subía hacia su cabeza y la hacía actuar con brutalidad. No obstante, Gerald estaba observando a su hijo con la misma expresión de enojo pero no demostraba ningún acto imprudente.

Un silencio se tornó en la habitación debido a la bofetada que Kyle había recibido. ¿Porqué? ¿Qué hizo para que su madre estuviera tan enfadada? Fue cuando Sheila hablo rompiendo ese silencio tan incómodo y notorio.

Te odio culo gordo (Kyman) /Editando/Donde viven las historias. Descúbrelo ahora