Kol (I)

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Antes que empezar a leer, se me ha ocurrido que en varios capítulos podría hacerlos desde la perspectiva de ambos. En este caso, ahora sería el capítulo 1 contado por Kol.
Así que no me enrollo más y os dejo disfrutar del capítulo narrado por él.

Aburrimiento.

¿Cómo definiría yo esa palabra?

Con el simple hecho de que a tú madre se le antoje, después de mil años muerta, hacer una fiesta de bienvenida en el pueblo cuando Damon nos sacó de los ataúdes.

Iba a salir de la mansión que compró mi hermano Niklaus para la familia una vez reunida, cuando mi hermano mayor Elijah me había obligado a acompañarle para repartir las invitaciones, él se encargaba de una zona del pueblo y yo de la otra.

Una vez separarnos cada una para ir casa por casa para repartirlas, llegué a la mansión Salvatore, y al ver el coche en la puerta, me encaminé hacia esta y llamar al timbre, poniendo mi mejor sonrisa, en este caso falsa, esperando como un buen Boy Scout a que alguien abriese.

A los pocos segundos, la puerta se abrió quedándome sorprendido.

Vaya vaya.

Avery Salvatore.

Quien te ha visto y quien te ve...

La rubia, me cerró la puerta en las narices, cosa que hizo que me mordiese el labio para evitar reírme.

Bien, no me había olvidado.

Aunque normal, ¿que puedo decir? Soy dificil de olvidar.

Esto iba a ser divertido. Porque iba a divertirme un poco con ella.

Fruncí el ceño, poniendo cara de que no la conocía.

— ¿Hola? No vengo a venderle nada.

La puerta volvió a abrirse dejando ver a la que fue mi novia hace unos... ¿500 años?

Habían pasado muchos años, y aunque ahora estuviese poco reconocible, seguía estando preciosa. No os voy a mentir.

— Soy Kol Mikaelson y mi familia da esta noche una fiesta de bienvenida ya que somos nuevos en el pueblo -le tendí tres entradas mostrándole mi mejor sonrisa característica.- Esperaba ver aquí a los hermanos Salvatore pero espero que se las hagas llegar. Un placer -una vez la rubia cogió los tres sobres, di media vuelta daleando mi cuerpo para despedirme con la cama.-

Volví a girarme hacia delante para empezar a caminar, alejándome de la casa.

Avery, Avery...

Desde que me marché de su casa en 1496, el día que cometió aquella estupidez, tarde un tiempo en olvidarla. Hasta ahora... no pensaba que había vuelto, es más, pensaba que había muerto ya que bueno, ella no es como yo, ella es un vampiro normal y corriente que se le puede matar con facilidad pero me alegré un poco, solo un poco, de que hubiese sabido sobrevivir a esta vida.

Una vida que no quería para ella, pero cabezona y terca como mula tenía que ser.

Empecé a silbar metiéndome las manos en los bolsillos y seguí repartiendo las pocas invitaciones que me faltaban por repartir antes de dirigirme de nuevo hacia mi nueva casa.




Capítulo corto, pero si has llegado hasta aquí... espero que lo hayas disfrutado desde la perspectiva de Kol. Prometo que los siguiente será más largos y te agradezco de todo corazón que me hayas dado una oportunidad leyendo la historia de Avery y Kol.

𝗗𝗔𝗥𝗟𝗜𝗡𝗚 ¹ | 𝐊𝐨𝐥 𝐌𝐢𝐤𝐚𝐞𝐥𝐬𝐨𝐧Donde viven las historias. Descúbrelo ahora