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En toda mi vida, jamás me imaginé sufrir por el olor de una Omega. No sé como pude contenerme, pero les juro que estaba a punto de perder la cordura y lanzarme a sus brazos para hacerla mía, como un animal en celo.

Pero gracias a mi padre, pude salir de ahí una vez que la tía me dió  su pedido. Incluso saliendo del inframundo, tuve que dirigirme a un largo para darme una buena mojada en la cara. 

Una vez ahí, solo me relaje por un instante, hasta que el ruido de los arbustos se escuchó a mi alrededor. Por obvias razones me puse alerta e hice que, una de mis armas (un arco) apareciera.

Justo al estar cerca del arbusto, alguien se asomó. Eso me hizo soltarle un golpe. Pobre de ella, le pegue sin querer a Afrodita.
-¡Ay! ¡Ay! ¿Por qué me pegaste? -me dijo al mismo tiempo que sobaba su cabeza.

-¿Por qué? -pregunte al desaparecer mi arco-. Todavía preguntas porque. Dita no me asustes de ese modo

A diferencia de lo que muchos en el Olimpo creen, Dita y yo somos buenos amigos. La conocí cuando mi padre intento violarla por su repentino celo (Ya que ella es una mujer Omega). Por supuesto, yo la salve y apartir de ese día, ella me busca porque cree que soy un chico Omega que no se lanzaría a ella para violarla.

-Lo siento Hefesto, pero es que me estaba ocultando de la loca de tu madre -me dijo bastante indignada.

-¿Ahora que hiciste? -le pregunté curioso. Ella inflo sus cachetes y me miró bastante molesta. Luego uso un tono de voz chillón para responderme.

-¿Qué hice? Yo no hago nada, todo fue culpa de Ares. Él le insistió que quería casarse conmigo ¡O sea como cree! Este bomboncito -señalo su cuerpo- no nació para estar atado a un matrimonio. Así que, le dije frente a ella que me negaba a un matrimonio

Levanté una ceja y luego estire mi mano para ayudarla a salir de ahí

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Levanté una ceja y luego estire mi mano para ayudarla a salir de ahí. Así, ella acepto mi ayuda y por fin fue libre.
-¿Y por qué no quieres casarte con mi hermano? ¿No sé supone que te gusta y andas con él?

-Si me gusta, y es mi amorcito p&to duro, pero una cosa es eso y otra muy distinta, vivir una vida atada a un matrimonio. ¡Ash! No me imagino ser ama de casa y cocinar... Cuidar bebés cagados... ¡No! ¡No es no!

-No todo Alfa quiere eso para su Omega -le dije. Ella me soltó un golpe y comenzó a reír. En cuanto se calmo, me dijo:
-¡Aja! Si tú. Todos sabemos que todos los Alfas son unos idiotas

Me quedé en silencio viéndola, sabía perfectamente que no la iba a hacer cambiar de opinión. Sin embargo, ella se quedó en silencio y comenzó a olerme.
-¡Espera! ¿Por qué hueles a un alfa?

Abrí la boca pero no sabía que decir, estaba bastante nervioso. Lo bueno, es que ella me volvió a golpear y me mostró una sonrisa pícara:
-¡Ey! ¿Quien es la o él Alfa con el que te estás viendo?

Lιттle ɢαмe (нeғeѕтo х нαdeѕ-ғeм)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora