Lιттle ɢαмe (нeғeѕтo х нαdeѕ-ғeм)

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Omega Dominante
Son raros los casos, pero son los que tienen la mayor posibilidad de quedar embarazados. Y a diferencia de los Omega recesivo, tienen la capacidad de mantener sus feromonas estables. Y sobre todo, tienden a controlar a un Alfa con ellas.
Por lo general, nacen en cuna de oro y son el resultado de Alfas y Omegas dominantes.
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¿Por qué alguien se fijaría en un pobre alfa defectuoso?

Desde que nací, todos me trataron diferente; Mi papá, el gran Zeus es un Alfa dominante. Fue el más chico de sus hermanos, pero la vida le dió excelentes cualidades en batalla. Mi mamá, la diosa Hera, también resultó ser un Alfa dominante. Ella era hermosa y bastante lista. Por lo que, destacó de sus otras hermanas. Mi hermano Ares, también salió como un gran dominante, era demasiado fuerte y sobre todo, era atractivo físico. Además, tenía a medio mundo Omega detrás de él. Y por último, mi hermana, la pequeña Hebe. También resultó ser una dominante. A su corta edad, era bastante inteligente y astuta en muchas asignaturas.

Sin embargo, conmigo la vida hizo una excepción. Era un alfa pero tenía una condición parecía a un Beta. Resulte ser un maldito alfa recesivo, es decir, no tenía la capacidad de producir olores (feromonas) y mucho menos podía usarlos para "manipular" a otras castas. Además, debido a mi condición, se me iba a ser difícil tener hijos, porque mi cuerpo no reaccionaba a ningun Omega.

Incluso, los mismos Omegas no podían percebir nada de mi. Siendo honesto, fue lo único que me agrado de mi condición. Así pude acercarme a la mujer omega más hermosa de todas en el Olimpo sin la necesidad de ser un pervertido, me refiero a la diosa Afrodita. Aunque ella solo me veía, como lo que madre hizo creer de mi, "un maldito omega".

No voy a negar que, después de un tiempo, me fui acostumbrando a ser tratado como un bicho raro.

El único que me trató normal, fue mi tío Poseidón. A pesar de ser un gruñón, conmigo siempre fue muy amoroso. Incluso me pidió que viniera con él, para evitar que todos me vieran raro. Y sin pensarlo, acepte.

Sin embargo, jamás pensé que todo cambiaría al conocer a la tía Hades. Por primera vez en años, pude percibir su cautivador encanto; El olor de sus feromonas eran tan adictivas que, hicieron que me sonrojara de forma natural. Incluso, aún después de verla, se me hizo difícil calmar mi corazón. Y sobre todo, mi miembro viril. Quién permaneció tranquilo y bastante dormido por años.

Ahora bien. Después de que los chicos se fueran, aproveche mi madrugada para leer mi capítulo. Admito que ya estaba acostumbrado a madrugar y sobre todo, a trabajar pues mi trabajo así lo demandaba. Así que, no me afectaría dormirme un poco tarde.

Sin embargo, al estar en mi computadora. El gruñido de mis gatos me puso alerta, pues generalmente ellos eran muy tranquilos.

Al escuchar que comenzaban a enojarse y a maullar con más intensidad, me levanté. Al instante, me giré hacía ellos.

Por instinto iba a atacar, pues pensé que era Ares. A veces iba a molestarme y eso me cabreaba. Pero, jamás pensé ver en mi cama a la tía Hades. Ella estaba sentada viéndome fijamente.

-¡Ay por mi padre! -exclame algo más relajado. Aunque sin dejar de bajar mi guardia.

Pensé que me iba a decir algo, pero en lugar de ello siguio mirándome fijamente.

-Tia Ha-Hades ¿Qué pasa? -pregunte. Ella se levantó y eso me hizo retroceder.

Al ver que reaccione, me mostró una sonrisa algo traviesa. En ese momento, tuve que activar el sistema de seguridad de mi casa. Y estuvo bien, ya que, ella se acercó demasiado a mi.

Ella quedó justo frente a mí. Ambos nos miramos fijamente.
-No puedo creer que TU seas... -dijo, pero se quedó en silencio.

-¿...? -la mire extrañado. Sin embargo, al oler sus exquisitas feromonas, tuve que apartar la mirada para llevar mi mano derecha a mis narices.

Nuevamente, mi corazón comenzaba a alterarse y mi cuerpo a reaccionar.

-Tú, mi sobrino. Sigo sin creerlo -dijo. Ella llevo su mano derecha a mi barbilla y me hizo levantar la mirada.

-...

-Eres mi Alfa -me dijo con una sonrisa algo traviesa. De inmediato, libero más de sus feromonas.

Al detectar su exquisito aroma a lavanda, mi cerebro comenzó a obligarme a actuar como un animal.
-Libera tus feromonas -me ordeno. Yo mordí mi labio inferior e intenté controlarme, pero ella en verdad era un Omega dominante.

Aparté la mirada y a los pocos segundos, mis feromonas comenzaron a salir. Ella me dió un manotazo para apartar mi mano de mi boca y de inmediato se acercó a mí.
-Tienes un buen olor, hueles a mora azul con hierbabuena -susurro. Al escuchar su voz, me dió un escalofrío. Y más al sentir su respiración cerca de mi cara.

-¿Qué es lo que deseas? -dije al tragar saliva. Siendo honesto, no sabía como actuar, incluso jamás creí que alguien me detectaría. Pues nadie era capaz de detectar mi olor.

-Hefesto -me llamo con un tono demasiado sensual. Otro escalofrío recorrió mi columna vertebral.

-¡Ay! ¿Si? -le pregunté, aún incrédulo. Ella levantó sus manos y se acercó más a mi. Me abrazo y además, pegó su nariz a mi cuello-. Hades...

Con sus feromonas, me dió a entender que está "feliz". No me pregunten como lo sabía, pero así lo descifre.

No pude evitar abrazarla. Aún seguía sin poder creer que, con tan solo su aroma, ella fuera capaz de hacerme actuar tan... ¿Extraño?.

-Hefesto... Hefesto... -me llamaba una y otra vez. Les juro que estaba a punto de perder la cordura.

Intenté contenerme, pero ella hizo que terminara por ceder. Incluso, mi pene comenzó a ponerse duro.
-Esto... Es malo -pense. Abrí la boca, pero no para hablar. Por primera vez, mi animal interior (un lobo) salió a reclamar a su hembra (una grulla) de un exquisito y embriagador olor, con un beso apasionado.

Lo más lógico era que ella me apartará, pero no lo hizo. Se dejó envolver entre mis garras y mi olor.

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♚☬❦ •Vie, 26-04-24• ❦☬♚