Lιттle ɢαмe (нeғeѕтo х нαdeѕ-ғeм)

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Quiero que seas mi esposo. Quiero que seas mi compañero en este reino. Gobierna conmigo el Inframundo, Hefesto.

No voy a negar que algo así ya lo esperaba, pero decidí fingir que no lo veía venir. Más que nada lo hice para no lastimarla, pues su rostro reflejaba una ilusión inmensa.

Decidí aceptar su propuesta, pero también quise añadir una condición para eso. Así que, al apagar mis llamas decidí hablar.
—Esto es sorprendente y bastante extraño a la vez... -le dije para sentarme a su lado, en el supuesto trono que estaba preparando, probablemente para mí.- normalmente es el alfa el que pide el matrimonio al Omega.

Por su expresión, creo que solo esperaba que le respondiera un si o un no. Pero quería hacerme un poco del rogar, después de todo, si me venia a vivir aquí, probablemente debía dejar todo mi antiguo mundo.

—Hades ¿En verdad deseas este matrimonio o solo lo haces por nuestro enlace sexual?

La mayoría de los Omegas se hubieran ofendido al decirles eso, pero ella no. Ella soltó un largo suspiro y tomo mi mano, solo para decirme:
—Estoy muy segura de que te amo. Pero no sé que más hacer para demostrartelo. Quiero que tú también me ames como yo te amo a ti

A decir verdad, eso sí me tomo por sorpresa. Jamás pensé que ella sintiera por mi un poco de “amor”. Incluso llegué a pensar que lo que ella quería era un Alfa para satisfacer sus deseos carnales.

Tras saber eso, me atreví a tomar sus manos y por primera vez me acerque a ella. Nunca había dado un beso, pero está vez fue necesario. Me acerque a ella y lo primero que hice fue pegar mi nariz a la suya al mismo tiempo que baje la guardia:
—¿En verdad te gusto?

Ella libero un poco de sus agradables feromonas de aroma a lavanda, mientras se sonrojo.
—¿Qué más quieres que haga para que me creas?

—¿Desde cuándo te gusto? -le susurré mientras intentaba contenerme.

—Desde que supe que eras tú. Ya sé que dirás “porque no te busque antes”, pero tú madre me lo impidió. Ella me amenazó para que me mantuviera alejada. Así que, decidí esperarte

—¿Mi madre te amenazó? -le pregunté al mismo tiempo que me aparte bastante sorprendido.

—Hace mucho tiempo, yo quise verte. Pero ella me obligó a apartarme. Me dijo que si no lo hacía, ella te llevaría a un horrible lugar. Por supuesto, no quise que te pasará nada y me aleje un tiempo. Así espere a que fueras mayor, pero Poseidón tampoco me dejó acercarme. Así que, tuve que obligar a tu padre a buscar una forma de encontrarme contigo

El escuchar eso, me puso un poco triste. Poseidón jamás me habló de eso y en este momento me sentía mal por ello. Pero ahora que sabía eso, me tocaba a mi formalizar esto sin la necesidad de malos entendidos.
—Bueno... Yo... Acepto estar contigo

Ella de inmediato mostró una enorme sonrisa, pero para evitar esos malos entendidos, quise aclarar todo de una vez por todas. Ya sé que es agotador, pero debía hacerlo.
—Voy a casarme contigo, pero...

Al escuchar el “pero” ella cambio su expresión. Al parecer comenzó a preocuparse. Pero ella no debía, no había porque.
—Pero quiero que me esperes un tiempo. Quiero ser yo el que te presente como mi prometida frente a todos en los reinos