Capitulo 10

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El aire frío que entra por el balcón de mi living me abraza. Siento como la brisa choca con mi cara haciéndome sentir realmente cómoda. Esta sensación se termina cuando Claudia decide cerrar la puerta de vidrio corrediza.
Veo como se acerca a mi con dos copas de vino tinto, una en cada mano.
Estoy sentada en el sillón, ella me entrega la copa mientras deja la suya en la mesa para sentarse al lado para poder sacarse sus converse blancas.

-¿Me vas a contar o no?- Me dice ella sin mirarme mientras se desata los cordones de las zapatillas.-Seguro fueron algo mas que solo sexo esos encuentros.- Me dice ahora mirándome. Veo como se saca las zapatillas,agarra su copa y sube las piernas al sillón. Acto seguido recarga su espalda en el apoya brazos y sube sus rodillas hasta la altura de su pecho.
Mientras paso mi dedo por el borde de la copa hay un silencio, uno que espera mi respuesta ante todo lo que me acababa de decir mi amiga.

-Tengo miedo-Le digo sin mirarla.- Tengo miedo de equivocarme, que si lo intento de nuevo otra vez salga mal y herida. Ya nos equivocamos en el pasado y creo que aprendi de eso, pero me dice que esta vez no me quiere perder.- Digo para después tomas un sorbo de vino.

-Iri, yo te conozco y se que no te gusta que las cosas te salgan mal o como no lo planeaste pero esta bien equivocarse una y otra vez. Aparte ahora están en otro momento de su vida, eso paso hace ocho años, voy tenías 25, apenas sabias algo del amor. Es mas, tu relación con francisco fue la primera en tu vida, era mas que obvio que iba a haber errores y convengamos que no era un relación muy sana.- Y tenia razón. Mi relación no era del todo sana. Me prohibía ponerme prendas de vestir o labiales y también me hacia escenas de celos absurdas.
-¿Queres contarme como conociste a Santiago? Mas que nada para que te des cuenta de como te hacía sentir.- Me dice a lo que yo dudo un poco, ya que no me gusta mucho revivir mi pasado.

-Francisco me había dicho que venia Carolina, una amiga de el y su pareja a casa, era un viernes a la noche. Cuando llegaron era todo muy normal, charlas, como cualquier parejas que se juntan a comer.- Le digo y ella me mira atenta, hace mucho que no le contaba esto.-Todo se empezó a desbordar cuando nos empezamos a juntar mas, las miradas ya eran otras por parte de el, le seguí el juego ya que estaba desesperada por salir un rato de mi relación tóxica. Se sentía mucha tensión entre nosotros.
Una vez Carolina y Francisco se habían ido a comprar alcohol y nos quedamos solos, tan solo teníamos un par de copas de vino encima.

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Esa noche. Sábado. 00:37 a.m

Estoy en la mesada de la cocina con mis codos apoyados en ella mirando la televisión frente a mi.

-¿Podemos dejar de fingir, Irina?- Siento unas manos fuertes en mi cintura, me exaltó y me pongo derecha.- No tenes una idea lo que me calentas, me volves completamente loco.- Dice y sus brazos me abrazan apegándome mas a el. Corre el pelo de mi cuello y empieza a besarlo como si su vida dependiera de ello.- Me tiras esas miradas que piden a gritos que te coja, hija de puta- Yo sonrió y mi mano va a su pelo tirando de el.

-Vos empezaste mirándome las tetas.- Digo y me doy vuelta para besarlo. Un gemido ronco sale de su garganta. Santiago me sube a la mesada, me baja los tirantes del vestido y luego libera mis tetas para devorarlas.

-Como para no mirar estas dos.-Dice mirándome. Muerdo mi labio, intentando contener un gemido.- Necesito escucharte, Irina, no tenes una idea de cuanto lo deseo.- Dice y al instante de muerde mi pezon yo suelto un gemido.- ¿Sos un angel caído del cielo? porque sino no se explica.- Veo como intenta subirme el vestido pero yo caigo en la cuenta de que esto esta mal, muy mal.
Me bajo de la mesada y miro a Santiago. Hay un silencio entre nosotros.

-¿Que carajos hicimos?- Digo acomodándome los tirantes del vestido.- Esto estuvo muy mal, Santiago.- Digo pasándome una de mis manos por el pelo.

-Si.. Perdón, no lo pensé, no se puede volver a repetir. Discúlpame, Irina.- Dice pasando una de sus manos por su cara y luego se retira para ir al baño.
Cuando se va abro el agua de la canilla y me mojo la cara para calmarme un poco.

La noche transcurrió bien para Carolina y Francisco pero para nosotros dos era realmente incomodo.

Esa misma noche me toque pensando en como me besaba Santiago, hace mucho tiempo que no me sentía tan deseada por alguien. No tenia sexo hace mas de 4 meses, seguro Francisco andaba con alguna compañera de trabajo pero a esta altura no me importaba. Yo solo necesitaba sexo y Santiago me lo podia dar muy bien.

Desde ese día no dejamos de pensar en el otro, necesitamos descargarnos. Hasta que finalmente una noche sucedió.
Desde ahi fue un camino sin retorno. Miradas, toqueteos discretos y preguntas doble sentido nos llevaron por el camino de la lujuria que nos incitó a pecar.

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Presente.

-Ah bueno, esa no me la habías contando- Me dice Clau, nunca le había contando nada a detalle, no porque me molestara sino porque yo nunca tocaba el tema.-¿Que vas hacer?-Me pregunta mi amiga.

-Me parece que lo mejor es que no hable mas con el, necesito un poco de tiempo para mi y no se estoy para una relación en estos momentos.- Le digo, capaz es una decision apresurada pero es lo que siento que esta bien.

-¿Brindamos?- Me dice,nuestras copas se chocan y cada una toma de la suya.

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Dos días después..

-¿Estas llegando?- Le mando un mensaje a Santiago. Después de la charla con Clau, se lo iba a decir a el. Necesitaba sacarme de encima todo esto. Lo cité en un bar, uno de mis favoritos.
Siento una mano en mi hombro que me agarra con firmeza.

-Hola- Dice y luego me da un beso en cachete. -¿A que se debe todo esto?- Me dice sentándose en una de las banquetas que están al lado mío.

-Voy a ser breve. No quiero que nos veamos mas, Santiago.- Le digo y veo como su cara se transforma, esta tenso, siento que necesita una explicación y yo estoy por dársela.-Necesito concentrarme en mi, y todo esto me confunde. Es lo mejor para los dos.- Le digo mirándolo a los ojos.

-Pero.. Irina- Me dice pero lo interrumpo.- No, por favor, respeta mi decisión.- Le digo con una ligera sonrisa en los labios.

-Esta bien, te respeto.- Me dice y veo como desvía su mirada. Yo me bajo del la banqueta y me quedo parada frente a el, agarro con mi mano un lado de su cara y la giro hacia mi.- Que sepas que te voy a estar esperando- Me dice a lo que yo le sonrío.
-Chau.-Finalmente, me pongo en puntas de pie y le doy un suave beso en el cachete, me doy la vuelta y me voy.
Salgo del bar y lo dejo solo, una lágrima cae por mi mejilla. No sabía si estaba bien lo que estaba haciendo, pero por ahora me siento bien.






























Holaa
No se asusten que no termina nada acá, esto es recién el comienzo.

Puesto - Santiago CaputoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora