✨ Čtyři ✨

94 15 3
                                    

— ¡Bienvenido!

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

¡Bienvenido!

Exclamo con una sonrisa al escuchar entrar a un nuevo cliente; inmediatamente parpadeo confundido al ver entrar a un chico de cabello color castaño con blondos reflejos, no es muy común para mí ver a clientes que ronden mi edad venir a la florería.

¿Hay alguna flor que esté buscando en especial?

El chico me mira fijamente con sus negros orbes tan profundos como abismos y eso me hace sentir extrañamente cohibido, "¿Por qué me mira intensamente y sin bajar la mirada?, quizás le recuerdo a alguien, sí, seguro es eso, sólo le recuerdo a alguien".

¿Disculpe? —pregunto, tratando de aclarar mi garganta, sintiendo cómo mi calor corporal aumenta generando un rubor que tiñe inevitablemente mis mejillas;
"¿Qué me pasa?", el chico es muy atractivo y su mirada es intensa e hipnotizante, su sola presencia me intimida, pero no de mala manera.

Oh perdón... —me responde con una sonrisa, apartando la mirada de mi rostro, regalándome unos segundos de leve tranquilidad —. Flor de Loto, ¿Podría conseguir una aquí?

Claro que sí, ¿Me permite enseñarle? —le digo amablemente mientras camino y siento cómo sigue mis pasos acomodándose detrás mío.

Llegamos a la sección de estas bellas flores, sonrío inevitablemente al ver cómo sus ojos se iluminan y su semblante se alegra al verlas.

¿Le gustan mucho? —me animo a preguntarle.

Él asiente y suspira —: Eran las flores favoritas de mi madre, inclusive tenía un tatuaje.

"¿Eran?, ¿Por qué habla en pasado?", son las preguntas que quisiera hacerle, pero por respeto, me quedo callado; no es un tema de mi incumbencia, no conozco al chico de mirada intensa e hipnotizante, quizás no vuelva a verlo después de este día; muchos clientes suelen hablarme de su vida personal y otros incluso me hablan de sus problemas; pero por respeto prefiero no indagar al respecto, sólo escucho atento todo lo que quieran expresar.

¿Puedes darme esa morada? —me pregunta inclinándose para olerla.

Claro que sí. —le contesto y coloco la flor, dentro de una pequeña maceta con tierra.

Retorno al mostrador y me encargo de preparar todo para que pueda llevarla; escribo los datos que me indica y el precio en la nota de venta, me entrega un billete e inmediatamente le devuelvo su cambio; en cada movimiento que realizo, me siento un poco torpe y nervioso ya que el chico vuelve a fijar su mirada intensa concentrándola en mi persona.

"Es extraño" pienso, alguien como yo no merece ser objeto de admiración de nadie, "¿Así mirará a todos?", definitivamente es ese tipo de personas que te cohíbe y te hipnotiza con una sola mirada.

Le entrego una pequeña bolsa reciclada de papel y la nota de venta, me agradece con una sonrisa de esas que simplemente te derriten y se marcha con un -Hasta luego. Pero justo antes de abrir la puerta se detiene y voltea a verme.

Ese sweater... —su tono de voz cambia a uno más fuerte y llamativo que me paraliza.

¿Sí? —pregunto confundido.

Ese sweater azul también se ve muy lindo en ti. —me dice y se marcha.

A penas cierra la puerta y se aleja, siento cómo el calor de mi cuerpo intenta escapar nuevamente por mis mejillas y empiezan a arder incluso mis orejas -¿Cómo puede darme un cumplido y luego irse como si nada?- me pregunto a mí mismo.

No es hasta la hora de salida que mi novio se encuentra esperando por mí al otro lado de la calle que dejo de pensar en el chico de cabello color castaño con blondos reflejos, "JH" son las iniciales que me indicó para su nota de venta...

¡Yoon! ¿Por qué tardas tanto? —me pregunta irritado;
"Yoon", sólo me llama por mi apellido cuando está enojado.

Juyeon rueda los ojos y arrebata la mochila de mis manos para cargarla él mismo —: Te envié un mensaje y no me respondiste.

Lo siento, me quedé sin batería y olvidé traer mi cargador... —respondo cabizbajo.

¿Crees que soy idiota?, seguramente estabas coqueteando con alguno de tus clientes en tus horarios de trabajo como la basura que eres, siempre incitando a los demás, sonriéndoles injustificadamente o mordiéndote el labio inferior... ¡Provocador!, ¡Ofrecido! —cada palabra que emite me lastima y me carcome por dentro, pero no hago nada más que quedarme callado escuchando cómo se queja y me insulta, "Seguro tuvo un mal día".

Sé que cuando lleguemos a mi departamento su actitud cambiará y me prometerá amor eterno, reclamará mis labios y exigirá que le entregue mi cuerpo, dirá que hacemos el amor tratando de disculparse y sanar mi herido corazón...

...Y así nuestra relación de supuesto amor, se irá distorsionando y consumiendo cada vez un poco más.

¿Por qué me cuesta tanto ponerle fin a esta relación que va en picada y que sólo me lastima?

ᴇʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇʟ ꜱᴡᴇᴀᴛᴇʀ ᴀᴍᴀʀɪʟʟᴏ〘 Jihan 〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora