✨ Sedm ✨

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Juyeon duerme a mi lado, momentos atrás llegó totalmente ebrio y sumiso, esta vez me pidió que yo fuera el "que se encargue de la situación"

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Juyeon duerme a mi lado, momentos atrás llegó totalmente ebrio y sumiso, esta vez me pidió que yo fuera el "que se encargue de la situación".

Esto sólo sucede cuando él está bajo los efectos del alcohol ya que siempre busca ser el dominante y recordarme que él es quien tiene el control en nuestra relación.

Muchas veces me pregunto ¿Qué pasará por su mente?
Juyeon y yo nos conocimos por casualidad, sé que suena cliché, pero él me dijo que fue un amor a primera vista, comenzamos a salir al poco tiempo de conocernos, ni siquiera sabíamos mucho del otro pero la atracción que ambos sentimos era inevitable.

Él fue sincero y directo, parecía que tenía un gran interés por mi; debo admitir que eso me emocionó y decidí darle una oportunidad, así fue cómo empezamos una "extraña" relación sin nombre ni etiqueta, hasta que un día me pidió que salgamos formalmente.

En ese momento fui el chico más feliz del mundo, llegando a creer, que había encontrado a la persona indicada.

Pero los celos en exceso y el constante maltrato de Juyeon se hicieron presentes convirtiéndose en una costumbre, lo sé, ¿Quién puede permanecer al lado de su agresor?, supongo que me acostumbré a ser tratado como un objeto después de tres años de relación.

A pesar de tener razones de sobra, no encuentro la manera de terminar lo nuestro, quizás aún guardo la esperanza de que Juyeon cambie y sea el mismo chico de hace tres años conmigo.

Yoonie... —murmura
jalándome hacia su cuerpo para que me acueste entre sus fuertes brazos.

"¿Por qué me permití estar con él desde un principio cuando sabía que nuestra relación no sería la de un noviazgo normal?".

Sin poder dormir, me escabullo hacia donde se encuentra cargando mi teléfono, guardé el número del muchacho de cabello castaño y blondos reflejos, pero aún no me atrevo a contactarlo; a decir verdad, tengo miedo, siento que si hablo con él me gustará más de lo que ya me gusta.

No quiero equivocarme de nuevo, por el momento, me atrae físicamente, eso no puedo negarlo, también ha sido muy amable y lindo sin conocerme; pero, no debo confundirme, él tiene novia y que sea amable conmigo no significa que se sienta atraído, quizás esa es su personalidad y él se comporta así con todos.

¡Yoonie vuelve a la cama! —el grito de Juyeon me
desconecta de mis pensamientos, me acuesto a su lado seguido de un suspiro.

No, no logré contactar al chico de cabello castaño y blondos reflejos, no pude enviarle ni un mensaje... "Quizás es por algo".

Los minutos pasas y por más que lo intente, no puedo dormir, su recuerdo sigue rondando mis pensamientos.

"¿Por qué me dió su número de teléfono?, quizás sólo quiere ser mi amigo y por eso se atrevió a dármelo, si eso debe ser, definitivamente estoy malinterpretando sus intenciones".

(...)

Las flores se venden muy bien, debe ser porque a las chicas les gusta venir a verte. —Woozi, el hijo del dueño, bromea con una gran sonrisa.

Me sonrojo y niego de inmediato —: No, no es por eso, los arreglos de la florería y la variedad de flores atraen a todos los clientes.

Bueno, no negaremos que tu cara bonita también atrae clientes. —Woozi ríe ante mi timidez dirigiéndose a la parte de atrás de la florería.

Me quedo en la sección de rosas acomodándolas por colores, cuando de pronto, la puerta se abre anunciando la llegada de un nuevo cliente y casi se me resbalan las rosas de las manos al ver entrar al chico de cabello castaño y blondos reflejos.

¿Vi-ino por mí...? —estoy tan nervioso que no pienso antes de hablar y cuando analizo lo que acabo de decir me maldigo internamente.

El sonríe negando con la cabeza —: Lo siento, pero de hecho, vine a comprar una rosa amarilla.

Escucharlo decir eso me devuelve a la realidad, no estoy seguro si es un sentimiento de decepción o de vergüenza, o quizás ambos, pero esa sencilla afirmación me hace desechar la idea de que le gusto o se siente atraído hacia mí.

¿Quiere que la envuelva en papel? —le pregunto cabizbajo.

Sí por favor, que sea la decoración de un regalo... Y
¿Podrías prestarme una hoja de papel y un bolígrafo? —me pregunta amablemente y sin dejar de sonreír.

Rápidamente le facilito lo que me pide y no puedo evitar sentirme como un tonto, "Se ve tan feliz, seguramente la rosa es para su novia al igual que lo fue la flor de loto, ¿En qué pensaba?, claro que no vino a la florería por mí".

Él escribe algo en el papel, paga la rosa amarilla y se detiene colocando la nota delicadamente en el envoltorio de papel, después de acomodarla con cuidado, se acerca y me la entrega...

Totalmente sorprendido, parpadeo sin saber qué decir o hacer, pero, el sujeta mi mano haciendo que sostenga la rosa amarilla.

Para ti.

¿P-para mí?

Sé que debo estar sonrojado hasta las orejas, le agradezco infinitamente, se despide de mí con una sonrisa y se marcha sin decirme nada.

Lo sigo con la mirada y cuando me aseguro de que ya no se encuentra cerca, desdoblo la nota que escribió, el sólo momento genera en mí sensaciones nuevas e inexplicables que parecen florecer en mi interior con cada uno de nuestros pequeños encuentros.

«Déjame verte una vez más con tu sweater amarillo»

¿Será posible que yo le guste, como él me gusta a mí?

ᴇʟ ᴄʜɪᴄᴏ ᴅᴇʟ ꜱᴡᴇᴀᴛᴇʀ ᴀᴍᴀʀɪʟʟᴏ〘 Jihan 〙Donde viven las historias. Descúbrelo ahora