Capítulo 8

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Después de salir del edificio Marissa permaneció en silencio, sin saber mucho qué decir fué guiada hasta el estacionamiento donde estaba un coche negro.

Bruno la soltó y mirándola a los ojos mientras le abría la puerta sonrió.

-Pues empecemos Marissa, háblame de tí, tus gustos y metas.

Marissa asintió y una vez dentro del auto le platicó su vida.

-... Nací y crecí aquí en la ciudad, mis padres tienen una casa en las afueras de la ciudad y se fueron a vivir hace unos años para darle mantenimiento, yo decidí quedarme pues tengo todo aquí.-Le dijo una vez que estuvieron sobre la carretera.

-¿Los ves seguido?.

Marissa forzó una sonrisa. No quería decirle que debido a su relación con Gabriel sus padres no estaban contentos.

-Voy cada año. En navidad.

-Ok, ¿Hay alguna razón de ello?

-Bueno, en mi trabajo no me dan mucho tiempo sabes. De hecho, ahora que abordamos lo del trabajo debo volver después de las cinco.

Bruno asintió y continuó escuchando sobre ella.

Aunque ella no quería que la situación fuera más personal de lo que debía, comprendió que Bruno tenía que saber ciertos detalles. Se sentía extraña en su presencia y se preguntaba qué guardaba Bruno bajo su apariencia hermética y seria

-Entonces paseos en la playa, no carnes rojas y la óptica es tu trabajo. Bien. ¿Tienes hermanos?

-No, soy hija única.

-Como yo-Afirmó él sonriendo.

-¿Y tú?-Cuestionó ella correspondiendo con una sonrisa.

-¿Yo?

Marissa encogió los hombros.

-Me dijiste que te tuteara.  Ahora dime  ¿Cómo eres tú? ¿Qué te gusta? ¿Cómo debo tratarte?.

-Verás Marissa soy bastante simple-Le dijo y sonrió breve cuando la vió enarcar las cejas denotando incredulidad-. Aunque no lo parezca me gustan las cosas sencillas, el campo, el aire puro,-Le dijo con una suave sonrisa -caminar por la playa es bueno.-Sugirió al final.

Bruno empezó a narrar su vida en el campo, sus padres y las motivaciones que tuvo al irse a estudiar a otro lado, aunque le gustaba trabajar en el campo su padre le sugirió que saliera y conociera el mundo, así que al estar fuera él concibió la idea de empezar el negocio.

-Mi padre estaba renuente al principio, pero como me vió muy entusiasmado decidió apoyarme. Pronto nos hicimos de buenas cosas y prosperamos.

-¿Y qué te llevó a contratar a alguien para casarte en lugar de hacerlo por amor como normalmente debe ser?, digo, podrías tener novia.

Bruno exhaló largamente.

-... El amor es bueno, pero ahora no estoy en interés de ello, estoy en interés de lo justo.

Marissa asintió.

-¿De dónde conoces a Gabriel?

Bruno sonrió extrañeza ante la pregunta. ¿Qué no le había contado su novio?

-Nos conocemos desde niños, jugábamos juntos en el campo, pero un día sus padres decidieron probar suerte en la ciudad, ya que ellos eran de bajos recursos. Su padre trabajó con el mío poco tiempo y de pronto la relación laboral se terminó, no sé por qué. Luego nos encontramos con el tiempo mientras terminábamos la carrera y supe que ya venía de una relación fallida. ¿Sí sabes de su ex esposa?

-Sí.

-¿No te lo contó?-Inquirió él, sintiendo que quizá había sido imprudente debido a la corta respuesta.

-Sí, algo.-Respondió breve Marissa. -¿Y cómo quieres que te trate, Bruno?.

-Con respeto y cariño como una novia que ama a su prometido, que se sujeta a él.

-¿Eh?

A Marissa le causó gracia lo último que le dijo, sostuvo la mano de Bruno cuando le ayudó a salir del auto. Esa tarde, con esos tacones no distaba mucho de su estatura y por ende de su rostro, cosas que aprovechó para mirarlo muy bien.

-Pues yo quiero que me trates con respeto y amor, con protección y me des mi lugar siempre.

-Eso es un hecho Marissa.

...

Al día siguiente y con la mente ocupada en la cita que había tenido con Bruno Marissa hacia el aseo de la óptica antes de retirarse, ese día abrió temprano y pensaba que estaría sola atendiendo ya que Victor no se había aparecido en todo el día argumentando que tenía asuntos qué atender y eso la llenaba de tranquilidad ya que no tenía que tolerarlo.

"Mi madre murió hace unos años y desde entonces mi padre vive solo en la hacienda, una señora va a haber los deberes del hogar de vez en cuando y él se encarga de los cafetales junto con los trabajadores".

Había firmado y accedido a casarse pero no contempló lo que conllevaba aceptar ese trabajo, como por ejemplo que tenía el propio y no gozaba de mucho tiempo para estar con Bruno como él le había dicho. No estaba muy cómoda ante eso pero era lógico ya que estaban a poco de conocer al padre de Bruno. Además ya el estar a solas con él pudo notar que no era tan pesado como en la primera vez que le vió, le había parecido un hombre autoritario y pesado.

¿Ahora qué haría?

-... Marissa necesito que te quedes una hora más después del cierre, recuerda que no terminamos el inventario.

Marissa rodó los ojos cuando lo vió entrar dando semejante orden. Había quedado en cenar con Bruno y Gabriel y ahora venía Víctor a querer imponerse con sus peticiones.

-Víctor, ¿Por qué me lo dices ahora?

-Marissa, firmaste un contrato. Debes tener disponibilidad.

-Por favor dime que esto no es por que he estado rechazando tus invitaciones.

A Víctor se le ensombreció el semblante.

-Marissa querida,-Le dijo acercándose peligrosamente-Puedo tener a la mujer que quiera, y el que tú me rechaces me tiene sin mayor cuidado. Lo que sí creo es que ese hombre que tienes por pareja no te conviene.

-Víctor no te permito que te metas en mi vida personal. El que seas mi jefe no te da derecho ¡Ya te lo he dicho!

-Soy tu jefe y tengo el derecho de disponer de tu tiempo laboral.

-Buenas noches.

Marissa miró por encima del hombro de Víctor, Bruno estaba parado en la entrada ¿Cuánto tiempo tendría ahí?.

Pronto vió entrar a Gabriel a la tienda y con una sonrisa amable fué y saludó a Víctor.

-Ah, Gabriel.

-Hemos venido por tí Mary. Tenemos cosas que hacer ¿Ya sales?.

-No Gabriel, -Refutó Víctor-Ella se queda conmigo a hacer inventario así que te pido que te retires y no le quites más tiempo.

Gabriel miró confundido a Víctor.

-¿Cómo?, pero Bruno está esperando y ...

-Tendré que decir que no, -Soltó Marissa mirando a Bruno quien parecía muy relajado mirando el lugar.

Víctor observaba bien el asunto y se alejó un poco para comprender lo que estaba pasando. Desde hacía tiempo notaba ciertos detalles en la parejita, y esos detalles quería aprovecharlos bien para su propio gusto. Pero algo que no esperaba era que Bruno tenía sus propios intereses y estaba muy dispuesto a llevarlos a cabo. Así que sin decir mucho se atravesó en su linea de visión.

26/05/24.

Presa De La Ambición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora