Esa mañana era hermosa, soleada y los pajaritos cantaban alegremente, o al menos eso parecía cuando Marissa se ocupaba de su arreglo para dar el paso que tanto anhelaba. Por alguna extraña razón ella mantenía la tranquilidad, dando los últimos toques a su maquillaje y ajustando su vestido blanco se dió una mirada al espejo. Ese precioso vestido estaba contemplado para casarse con Gabriel.
Suspiró largamente pensando en la locura que estaba haciendo, nunca en sus veintiséis años había imaginado que tendría que casarse con alguien por un contrato.
-¿Dónde estas Gabriel?-Se preguntó a sí misma.
El hombre había aparecido la mañana anterior en su trabajo y le había llevado algo de comer, luego, argumentando que tenía cosas que hacer en el negocio se esfumó tan pronto como pudo. Marissa miró por la ventana y vió su auto estacionado frente a la puerta. Por lo menos había acatado la petición de que dejara su auto.
-Llamé para saber si estabas bien.
-Sí Bruno, estoy bien y no me arrepentí-Le dijo riendo nerviosa.
-Ok, entonces... ¿Ya estás lista?, ¿Tienes los testigos?
-Sí, ya van para allá.
-Todo saldrá bien, ya verás.
-Ok Bruno, hagamos que salga bien-Respondió optimista-Te veo pronto.
En cuanto colgó con Bruno discó el número de Mayra.
-Mayra, recuerda que hoy me caso y necesito que estés en el registro civil en una hora.
-Claro que lo sé amiga, no te preocupes estoy casi lista.
Del otro lado se escuchó una risa familiar.
-Mayra., ¿Acaso Gabriel está contigo?
Mayra tapó la bocina unos segundos.
-¡Mayra!
-Aló querida, sí, él está aquí en mi trabajo -Mintió y le dió un manotazo a Gabriel -Vino por mí por que dice que probablemente se me olvidaría tu casamiento.
-De paso dile por favor que responda el celular, también debe estar, es testigo de sus estupideces.
Acto seguido colgó.
-Vaya sí que está encabronada contigo.
-Qué va a ser, ella me adora. Por eso hace todo lo que le digo-Argumentó el cínico antes de lanzarse sobre ella en la cama-Vamos que nos da tiempo de un rapidito.
Mayra se rió y comenzó la faena con el hombre. Si ella llevaba los planes como iban era seguro que se quedaría con Gabriel tal como lo había soñado desde que le conoció.
Gabriel pensaba que en cuanto Marissa recibiera lo que le pertenecía se iría con ella a otro lugar y manejaría todo a distancia. Quería tener todo bajo control y tal como lo había planeado.
...
Marissa llegó al registro civil, aún sin bajar de su auto la joven mujer miró su rostro en el espejo retrovisor. Sus ojos denotaban decepción.
Gabriel la estaba dejando sola en la situación y el comportamiento que había mostrado los últimos tiempos le daba qué pensar, ya no era el mismo hombre complaciente y cariñoso, el que siempre la buscaba tras una pelea.
Suspiró suavemente y miró hacia el lugar. El reloj marcaba las once con treinta.
"Todo saldrá bien"
Las palabras dichas por Bruno calaron su mente y volvió la vista al retrovisor dándose cuenta de un auto que llegaba, eran Mayra y Gabriel.
-Llegaron.
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Presa De La Ambición.
Любовные романыGabriel y Marissa llevaban una vida aparentemente normal como cualquier pareja. Solo que Gabriel se manejaba en otros asuntos que le hacían tener una doble vida. Marissa estaba enamorada de él y esperanzada a que le diera un buen futuro pacientement...