Capítulo 5

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Marissa se dedicaba diligentemente a  trabajar, ella buscaba un aumento de sueldo y hacia tantos exámenes visuales como le fuera posible, así pronto tendría buenas ventas y por ende buenas comisiones. Exactamente como había dicho Víctor.

-Marissa, hoy no saldrás a comer. -Le dijo el hombre cuando recibió a otro cliente y lo empezó a preparar para hacerle el examen de la vista.

Marissa bufó y le miró muy mal.

Unas horas más tarde Marissa caminaba al lado de Víctor, muy fastidiada y en una plaza llena de locales de distintos rubros, avanzó hasta el local donde comerían y justo antes de sentarse le dijo que iría al baño., si podía evitar lo más posible escuchar la aburrida plática del hombre lo haría estando buen tiempo en el baño.

-Deme algo fuerte para beber por favor.-Ordenó Víctor al mesero cuando llegó a tomar el pedido.

-¿Y para su esposa?

-... A ella también, estamos celebrando-Le dijo riendo.

Víctor era un hombre alto y fornido, había pasado por un divorcio difícil y había perdido una de sus ópticas a causa de los bienes mancomunados, tenía tiempo mirando a Marissa y deseaba algo más con ella, siempre quería y buscaba pasar tiempo a su lado. Quizá si ella veía que él estaba interesado pondría más caso a sus atenciones.

Marissa no sabía si se sentía solo o solo quería hacerle la vida imposible al negarle la salida a comer. Ella no refutaba mucho ya que necesitaba ese dinero para pagar algunas deudas que había adquirido al ayudar a Gabriel a saldar las suyas.

-¿Te gustaría salir a cenar conmigo?

Marissa casi se atragantó con la bebida que ingería en ese mismo instante.

-No Víctor, tengo que ver a Gabriel, mi novio ¿Si recuerdas?, y no entiendo por qué me pediste esta bebida alcohólica... Sabes que tenemos que volver al trabajo.

Víctor bebió de su vaso y se detuvo a mirarla atentamente, con una enorme sonrisa provocada por su antelación a beber cuando ella estuvo en el baño el hombre se sintió con valor para decirle ciertas cosas.

-Mira Marissa, lo sé, sé que tienes pareja pero tú y yo somos jefe y empleada, además creo que somos amigos ¿No?, llevamos mucho tiempo de conocernos. No veo lo malo en ir a cenar conmigo, además si te lo estoy proponiendo es por que no abriremos el resto de la tarde.

-Lo malo es que Gabriel no lo vería de esa manera. A excepción de que él vaya.

Víctor torció el gesto.

-Sinceramente Marissa,-Le dijo dándole una mirada de arriba a abajo -No entiendo que haces con alguien como él, siempre metido en deudas y problemas, negocios que no cuajan y menos tienen pies ni cabeza.

-Víctor, eso es algo que no te incumbe.

-Me incumbe por que eres mi amiga y me preocupas-Le dijo en tono extraño.-Eres joven y bastante hermosa., mereces a un hombre que te impulse a salir adelante, no que te lleve al abismo.

Marissa negó un par de veces con la cabeza. Era cierto lo que decía Víctor pero ella amaba mucho a Gabriel y deseaba que saliera adelante por eso lo apoyaba cada que le era posible. Pronto él saldría de esos baches económicos y esta vez su negocio sí prosperaría. De eso estaba segura.

...

Habiéndose deshecho del acosador de su jefe horas más tarde Marissa caminaba por las calles de la ciudad, mirando los estantes y los lugares donde pudiera ver algo de ropa y zapatos para distraerse, avanzó en su recorrido hasta llegar a una tienda de ropa pero unos vestidos de novia llamaron su atención.

Presa De La Ambición.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora