Llegué a mi departamento, agotada pues hoy había sido un día muy duro llevo meses aquí y nunca me he sentido en contacto con mis vecinos, solo soy la portera en la que no confían y creen que los dejaré morir Pero no será así, prendí la luz de mi departamento y ahí estaba mi gran amigo el lechero, pero ahora su mirada era distinta.
Se acercó a mi con decisión, era demasiado imponente.Dolerá mucho más, todo se está derrumbando.
Odio esto
Pero a la vez lo amo
No lo sé
Quizá deba irme
Pero es mi departamento
Podría correrlo
Pero no quiero
Los dos lo queremos
Pero no puedo permitirlo
Pero- a la mierda todoA la mañana siguiente desperté con una mano en mi cintura, me giré y miré sus lindos ojos cansados que tanto me gusta admirar, se veía tan lindo hasta que poco a poco se fue despertando, me miró y sonrió, de paró rápidamente y le dije que tomaria una ducha, lo hice y cuando salí el desayuno ya estaba listo, nunca pensé que él fuera una persona de detalles pero al parecer si, le agradecí con un beso y el me dijo que tenía que ir a trabajar, yo también tenía que hacerlo así que me cambié y nos fuimos juntos, sin saber que mi día había empezado perfecto y terminaría siendo el peor de mi vida por mucho...