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Anakin seguía sin controlar su mano robótica, por lo que seguían en Naboo. Lo que pasó no fue mencionado pero tal vez repetido. Maraeny y Anakin se amaban y ellos lo sabían pero eran Jedi... ¿Qué iban a cambiar?
Era de noche, ninguno podía dormir pensando en que lo que hacían no estaba bien. Él se levantó y se fue a la biblioteca a leer para ver si así conseguía conciliar el sueño, poco sabía él que eso no sería así.
La Heartlone se levantó y marchó a la biblioteca llevando solo una bata encima de su camisón. La de rizos llegó a la biblioteca donde vio una luz emanar de la mesa que allí había. Maraeny se acercó y vio a Anakin leyendo.
Ella se acercó con calma y se sentó frente a él, quien alzó la mirada y la vio. Sus rizos castaños cayendo sobre sus hombros. Su mirada sin dejar su rostro. Ella suspiró y apartó la mirada. Anakin dejó un marca páginas en el libro y lo cerró.
El silencio dominaba el lugar. Solo el sonido de sus movimientos. Él se levantó y caminó hacia ella, quien levantó su vista. El Skywalker se paró en frente de ella y suspiró.
━━━━ No debería decir nada... No debería siquiera sentirlo, pero no puedo más...━━━━ el rubio se agachó frente a ella ━━━━ Maraeny... mi corazón suplica por el tuyo... Soy un siervo de tu corazón; soy devoto de ti... Mi cuerpo arde al oírte, al sentirte, al tocarte... Soy el siervo de tus deseos... Yo- ━━━━ la de rizos lo cortó y se puso de pie.
━━━━ No lo digas... No termines... Anakin... ━━━━ ella negó ━━━━ No... No me hagas sentir más culpable... Somos Jedi... no podemos...
━━━━ Tu me quieres tanto como yo a tí y lo sabes ━━━━ dice él tomándola de las mejillas. Ella suelta aire profundamente.
━━━━ Anakin... ━━━━ el Skywalker acercó más su rostro y suspiró cerrando sus ojos.
━━━━ Maraeny... Yo te amo...━━━━ la Heartlone se acerca más ahora con respiración muy agitada.
Los dos Padawan se unieron en un beso. Ella rodeó su cuello con uno de sus brazos y él la agarró de la cintura para levantarla y sentarla sobre la mesa. El rubio se colocó entre sus piernas y comenzó a subir sus manos por los muslos de la muchacha levantando su camisón.
Maraeny jadeó y se separó de sus labios. La muchacha volvió a besarle y coló sus manos bajo su camiseta. Él pasa sus manos por su cadera hundiendo la punta de sus dedos en la carne de la chica. Ella se alejó de los labios de él.
