Shut Up And...KISS ME

Capítulo 3: ¡Largo!.

Narradora.

Luego del gran silencio y de un buen intercambio de miradas. Elsa tomó la palabra.

-Déjenme ver si... entiendo todo este asunto-dijo llevándose una mano a la frente.-Ustedes dicen que esta es su casa...

-Lo es-Le respondió Jack sonriente-aunque no nos importaría que se queden.

-Para nada-dijo Eugene en absoluto acuerdo con su amigo.

Elsa fulminó a ambos con la mirada, tomó una bocada de aire para controlarse y volvió a hablar.

-Ustedes dicen que es su casa pero nosotras estamos seguras de que esta nos pertenece.
Mérida interrumpió a su amiga.

-Y como nos pertenece, y ya nos cansamos de ustedes, ¡largo!.

Y todos volvieron a comenzar a discutir. Excepto Mérida, quién se puso a comer fruta picada en la barra de la cocina gustosamente. Ella ama la comida.

-Muy bien, esto debe de ser un error-habló Rapunzel poniendo las manos sobre su diminuta cintura.

-No me digas, rubia-contestó Eugene sonriendo de lado, observándola.

-No le hablas así, tampoco la mires así, ¿escuchaste?-amenazó Mérida, Rapunzel siempre fue algo así como su mejor amiga. Sabía cuanto Punzie odiaba que la llamaran "rubia".

-Calmate, no deberías hablar mucho. Casi le rompes la nariza a nuestro amigo.

-Él no debió asustarme.

-¡Yo no quería asustar a nadie! ¡Ni siquiera sabía que estabas ahí!-se defendió Hiccup.

-Bueno, ya basta-dijo Elsa cansada de tal situación. -Voy a llamar para arreglar este asunto... -miró a sus amigas.-No hagan nada de lo que deba disculparme..., en especial tu Mer.

-Sí, mamá, ¿quieres que limpie mi cuarto también?

-No soy tu madre, pero si tanto te ofreces eres libre de ordenar.

Mérida gruñó ante la respuesta de su amiga, causando las risas de todos. Elsa se fue a llamar para arreglar toda esta locura.

-Me iré a mi cuarto-dijo Anna sonriente dando media vuelta, dispuesta a subir por las escaleras.

-Nadie se va.

Anna se giró hacia la voz que le dijo eso, el rubio más bien conocido como Kristoff la miraba seriamente, ella sintió una pequeña presión en su pecho aunque no le hizo caso a aquel sentimiento.

-¿Por qué no puedo? Es mi cuarto.

-Pero no es su casa.

-¡Nosotras llegamos primero, rubio!-le gritó Anna poniendo las manos sobre sus caderas, frunciendo el ceño.

Kristoff solo se dedicó a mirarla en silencio unos segundos para luego mirar hacia otro lado. Se había sonrojado.

-Bien-comenzó a decir Elsa entrando de vuelta-no se bien cual de todos fue el problema, el hombre que me atendió estaba comiendo, pero me dijeron que pronto arreglarían todo este... problema. Hadta entonces, todos vamos a tener que quedarnos aquí.

-¿Estas hablando enserio? -le preguntó Eugene cruzándose de brazos, este sonrió-genial, hace tiempo no estaba con chicad tan lindas.

Mérida hizo una tos falsa.

-Virgen.

-Hay ocho habitaciones, creo que dos ya estan elegidas... -miró a Anna y a Mer de reojo-asique, todos a moverse que no tenemos todo el día, hay cosas que aclarar todavía.