Capítulo 21

3.2K 202 10
                                    

♤No Estas Sola♤

Céline

— ¡Erick tienes que venir ya! —me preocupa llegar hacia mis hijos, Elian no espera que abran la puerta, quita a los sirvientes y empuja la puerta doble, últimamente se preocupa demasiado por nosotros.

Corro detrás de el y veo como sus rodillas ceden ante mi pequeño Edrick —estabamos entrenando, es mi culpa lo he lastimado tío — se apresura a hablar Dalton cuando ve el enojo de Elian, Edrick tiene la frente ensangrentada.

Me preocupa mi hijo pero no puedo dejar a Dalgon sintiéndose culpable — ¿te duele mucho? — le preguntó mientras tomó la mano de Dalton.

– no madre —me observa y ese brillo en sus ojos hace su aparición, Elian nota la manera en que Edrick me ve, es una mirada de admiración, amor.

— levántate —le dice Elian ya de pie, solo le extiende la mano, Edrick la toma.

Ruedo los ojos, que no puede ser un padre amoroso, no me deja que lo cargue —esta bien Céline —lo fulminó con la mirada, pero esta vez no cede.

Mi hijo camina hacia mi y toma mi mano viendo a Elian —estoy bien mami — su mirada cambia en cuanto estoy junto a el. Elian nota eso, nota los cambios en su hijo.

Entramos a la mansión Erick llegó lo más rápido que pudo — ¿qué paso? —esta agitado y las ojeras son muy notables.

— mi señor, mi señora —el sirviente hace una inclinación de cabeza —Meredit esta aquí, quiere hablar con usted —frunzo el ceño. Meredit esta aquí después de lo que hizo.

— encárgate de Edrick, llévate a los niños — me observa y dejarlo con esa mujer, no.

— nani lleva a los niños a recibir sus clases — Elian se gira.

— te di una orden Céline — le hago frente.

— y yo también di una orden Elian — tensa la mandíbula y se me acerca de dos zancadas.

— ve a cuidar de nuestros hijos — esta vez yo doy un paso al frente.

— recuerda con quien estás hablando Elian, yo no soy como todas la mujeres que has tenido, yo soy tu mujer si, pero también soy la Dama, y si yo quiero estar ahí, ahí estaré — se acerca amenazante estamos a escasos centímetros.
Levanto el rostro por su altura —yo no soy tu sombra yo soy tu mano derecha —frunce el ceño.

— que no se te olvide quien te ha dado poder — aprieto los puños — y así como te lo he dado te lo puedo quitar :murmura entre dientes.

— yo no dependo de un hombre, si ahora se me pega en gana dejarte y tener a todos a mis pies no sería trabajo difícil, conmigo no vengas con ínfulas de macho alfa, que no lo eres Elian.
eres nadie sin mi, que no se te olvide que la cabeza de esta organización soy yo, tu podrás ser el hombre y puto amo de todo pero la que tiene el poder soy yo —me pongo de puntillas para alcanzar su rostro dejo un beso en su mejilla — y no hablo de el poder sobre la organización, hablo de el poder que tengo sobre ti.

Le susurró y camino hacia la oficina seguida de Dalí — ¡que ven!, obedezcan las órdenes de mi mujer. Sus pasos son pesados esta enojado, le enoja que lo rete frente sus sirvientes, pasa a mi lado y empuja mi hombro con su brazo lleno de músculo —idiota —me ve por encima de el hombro.

— no quiero escenas —me amenaza antes de entrar, arqueo una ceja cuando las puertas se abren la mujer esta parada frente el balcón, debo de reconocer que Meredit es hermosa y elegante.

Se gira y lo ve con una sonrisa pero cuando salgo detrás de esa montaña de músculo, para pasarme a su lado la sonrisa cae de golpe —siempre llevas a tu sombra detrás.

Una Melodía Mortal (+21)  (Borrador)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora