00. Love me!

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--Prólogo --


Cellbit no creía lo que su misma pareja le estaba diciendo en ese preciso momento ¿Acaso hablaba de verdad o era su imaginación? No quería creerlo, no podía aceptarlo; su mueca de disgusto quizá expresaba un poco más sus emociones actuales.

-Roier, tienes que entenderlo ¡Ese imbécil te está manipulando! ¿¡Le vas a creer a el antes que a tu propio novio!? - Exclamó con molestia mientras señalaba de manera agresiva a el castaño oscuro, este mismo frunció sus labios formando una mueca de decepción y pena.

-Perdón gatinho, pero... Quackity es muy vulnerable y sabes que... sabes que el no sería capaz de hacerme eso - Expresó con cuidado, tratando de explicar todo de la mejor manera posible e intentando hacer entrar en razón a su actual pareja.

El de mecha blanca notó que su novio estaba nervioso, riendo para si mismo de manera irónica "¿Realmente Roier cree que ese imbécil es inocente?" Pensó aún expresando seriedad por fuera, apretando sus puños al saber que es como una tercera rueda con esos dos; aunque claro que lo iba a ser, su presencia no fue de importancia durante mucho tiempo dentro de la amistad y a pesar de ser la pareja del castaño nunca fue como si realmente lo fuera, le era tan poco creíble que varias veces fuera dejado de lado incluso de forma involuntaria, estaba cansado de eso, cansado de velar por el bien de esos dos y apenas ser recompensado o reconocido como tal.

"Cálmate, estás cegado por el enojo y no piensas bien Cellbit" Se dijo a su mismo intentando calmarse

-Roier... ¿Por qué lo defiendes tanto? Me preguntó si hay una buena razón para que siempre digas que no sería capaz de hacer algo malo, el ya es un adulto que no creo que sea un santo - Habló tratando de no ser agresivo, desviando su mirada lastimera a otro lado que no sea su 'pareja' ¿Se le puede decir así aún?

Roier miró con ojos llenos de súplica a aquel castaño mecha blanca, suplicando en silencio darse un tiempo para pensar bien las cosas; Cellbit sabía eso, pero su puño seguia siendo apretado por el enojo y su mandíbula aún estaba tensa. Suspiró.

-Necesitas aclarar tu mente, lo mejor es que nos demos un tiempo para que tú decidas lo que quieres hacer - Expresó aún con algo de coraje y tristeza en su tono de voz, apartando la mirada de los ojos de aquel castaño que el sigue amando.

Ojos los cuales se iluminaron con esperanza al notar la oportunidad que le estaba dando, una sonrisa de aceptación se formaba en la cara de aquel híbrido de araña y con emoción abrazo a Cellbit.

-Dame un mes gatinho, un mes y mi mente estará mejor - Dijo con tranquilidad, forzando aún más el abrazo con el gatuno haciendo al mismo tiempo sentir incómodo.

"Un mes" Pensó aquel gatuno con cierta sorpresa, abriendo un poco sus ojos ¿Será cierto? Soltó una risa ahogada.
"Espero que así sea, no quiero perderte" Volvió a pensar, reconociendo que su apego a su querido era un tanto grande y negándose a perderlo.

Oh mierda.
Todo por aquel azabache.

Roier abrió sus ojos con sorpresa, mirando la habitación en la que se encontraba de un lado a otro tratando de adivinar si estaba en su cuarto o en cualquier otro lugar; rápidamente recordó donde se encontraba.
Estaba con Alexander, con el chico pato que le hizo distanciarse de su novio.

"Mierda" Pensó con molestia, aunque también notó un movimiento en su abdomen y ciertas cosquillas para cuando miró abajo solo ver a aquel chico de lunares dormir muy plácido sin tentar a alguna pesadilla.
Una mueca se formó en la cara de el castaño, pero al mismo tiempo está se quería transformar en una pequeña risa por el cosquilleo que sentía al Quackity moverse de un lado para otro

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