El robo.

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NARRA EL:

Seguían pasando los días y yo seguía obviamente enamorado de ella, incluso me enamore mas al besarla por primera vez, todos los días era mas que seguro que nos fuéramos juntos y obvio la esperaba, podría parecer aburrido pero realmente no lo era, íbamos siempre platicando, decíamos chistes y de vez en cuando algunas cosas que no debo decir (jaja) en fin no teníamos ningún momento en silencio todo el trayecto era hablar y hablar eso hacia que nos interesara mas el otro.

Me encantaba irme con ella (hasta la fecha) porque era divertido, me hacia reír y viceversa sinceramente la imaginaba como mi novia y la idea me encantaba por que eso era lo que realmente quería, tal vez Victoria no quería o tal vez si, lo único que me ataba a ella era ese beso y ese inmenso sentimiento de estar a su lado, sin duda alguna quería estar con ella para toda mi vida, tal vez soy muy soñador pero eso era lo que realmente quería.

Un día después del colegio me fui junto con ella como siempre, pero realmente deseaba otro beso, todo el camino estuvimos hablando y riendo como siempre, no había nada raro, yo quería robarle un beso, por que sentía la necesidad de tener sus labios en los míos, entonces era hora de bajarme del bus y le decía unas ultimas palabras de despedida el bus estaba llegando a la parada para que yo bajase y entonces me despedí rápidamente de ella pero está vez le robe un beso...

Este beso no fue como el anterior, fue de piquito fue pequeñito pero significativo para mi, y la verdad quería besos como ese y que solo esa chica me los diera por el resto de mi vida...

NARRA ELLA:

Desearía que los días del colegio fueran siempre como el principio, exacto, nada de tareas, pero a pesar de que era floja, mis padres me enseñaron a ser responsable. Por cierto soy Victoria Martinez, tengo 15 años de edad y estoy cursando primer semestre de preparatoria, lo se, estoy vieja. Mido aproximadamente 1.62 m, no estoy tan alta, ni tan chaparra, mi estatura es perfecta, mis ojos color cafe oscuros, cabello negro quebradizo y muy rebelde y nariz refinada; debí presentarme y describirme desde un principio pero no quiero ser común, a si que ¡Hola!.

Lo único bonito del colegio era la salida porque me iba con Alejandro, era nuestro momento del día mas hermoso y preferido, o mejor dicho para mi lo era. No había duda que chicos como el casi no habían, era muy simpático, carismático, divertido y por supuesto muy guapo. No me aburría hablar con el, podía hacerlo todo el día y toda la noche, pero seamos realistas eso no sucedería porque debe hacer mis actividades diarias y por supuesto dormir.

Estábamos en el bus platicando como siempre, hablando sobre nosotros y conociéndonos mejor. Siempre teníamos temas de los cuales hablar, y cuando no había (que eran muy rara las veces) el silencio era cómodo, me gustaba mirarlo, a pesar de que yo me consideraba alta, delante de el me sentía chiquita, porque el era muy alto, mi alto.

Ya casi llegaba a su parada, se despidió de mi como siempre pero antes de que bajara, me robo un beso, no me lo esperaba, fue una hermosa sorpresa, me sentí tan alegre, emocionada y entusiasmada cuando me beso, fue pequeño pero lo suficientemente grande para hacerme sonreír por horas, cuando el bajo del bus, yo estaba feliz y nada ni nadie podría quitarme la gran felicidad que sentía, sin duda alguna yo esperaba que el diera el primer gran paso, pedirme algo mas...

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