Tú eres especial

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Narrador:

Pasaron 2 semanas después de lo sucedido con Amelia y Tom, ellos desde siempre han sido muy inseparables, pero ahora eran como uña y mugre, ademas de que Tom se volvió mas protector y tóxico con Amelia. Tom cada vez que la miraba con cualquier hombre que no fuera el, así fuera su propio hermano, en privado se volvía loco, siempre la agarraba fuerte, le gritaba o la marcaba como suya con cualquier cosa, haciéndole chupones, besando sus labios con tanta brusquedad que se los rompía.

En estas dos semanas el y ella nunca tuvieron sexo, aunque Tom deseaba mucho eso, Amelia o estaba preparada, y como Tom sabía eso lo respetaba, eso nunca lo había hecho el, si una mujer todavía no estaba preparada para tener sexo con el. Sólamente la dejaba y ya, no iba a estar perdiendo tiempo con aquel mujer, el siempre decía que había muchas mujeres para que el se quedara estancado con una. Pero algo tenía Amelia que lo hacía quedarse, es como si ella le borrará esa idea que el tenía en la cabeza o siempre decía en las entrevistas, "Solo creo en el amor de una sola noche." Cada vez que el la miraba sentía muchas cosas, (aparté de que se le paraba), con solo verla, oírla, tocarla, olerla, una mínima cosa de ella, era como estar en el cielo.

Hoy estaban en una piscina, eran las 3 pm los chicos empezaron a jugar, con la pelota o hacer retos, montarse a caballito y hacer caer al otro etc... Cuando ya se cansaron Georg y Bill se acostaron en una silla quedándose dormidos, gustav sé fué a una hamaca también quedándose dormidos, los únicos despiertos y en la piscina fueron Amelia y Tom.

Empezaron hablar a reír y mucha cosas más, hasta empezar a acercarse más y más, presionando en cuerpo del otro. Tom corto la distancia hasta sentir la respiración de Amelia, apartó un mechón de cabello que tenía en su cara, sonriéndole.

Tom:

—Eres muy hermosa.—

Amelia:

—Gracias.— sonrió—

Tom presiono con gentileza los deliciosos labios de Amelia, está vez era un beso sincero, amable y delicado. No como los de antes, aquellos eran rudos, y llenos de furia.

Sus lenguas se enredaron, explorando la boca del otro, Tom con una mano apretó un poco la cintura de Amelia, y la otra la bajo hasta su trasero tocando este a su antojo. Cuando se separaron del beso, se miraron con unos ojos que a simple distancia, sé notaba que era amor, amor puro.

Tom:

— Tu me haces sentir cosas que nunca había sentido antes.— le dió un beso corto— Tú eres especial.—

Amelia:

—¿Me quieres?—

Tom:

—No, te amo, te amó como no tienes idea.
— sonrió— Amelia, déjame mostrarte cuánto te amó, porfavor.—

Amelia:

—Esta bien.— suspiro un poco nerviosa—

Salieron de la piscina, y fueron a la habitación de Tom, cerrando la puerta con seguro, apenas la puerta se cerró, el empezó a besarla con ternura y a la vez exitante. El agarró su cuerpo acostando la en su cama, y subiéndose encima de ella sin dejar de besarla, se quitaron la ropa quedando completamente desnudos.

Tom:

— Eres aún más perfecta sin ropa.—

Tom besaba su cuello dejándole muchas marcas que no sé quitarían en un día, los gemidos de ambos eran bajos para no despertar a los chicos. Tom agarró su erección ya bastante (demaciado) duró, acomodándose en su entrada, lentamente metió la punta, después un poco más pero demasiado lento para qué ella se pudiera acostumbrar a su tamaño, y no hacerle mucho dañó y también porqué era vírgen.
El acariciaba su cara con suavidad, la besaba y decía cosas bonitas para que ella no sintiera tanto el dolor, cuando entro por completó se quedó unos minutos sin moverse, pero después empezó a embestir suave. Subió un poco el ritmo, agarrando con fuerza sus caderas mandando su cabeza hacia atrás jadeando bajo.

Tom:

— Joder nena, estás muy apretada.— dijo entre jadeos—

El placer que Tom sentía, aparte de ser demaciado placentero, era diferente. Estar dentro de ella era otra cosa, podría el acostarse con miles pero esto, lo que sentía era nuevo para él. Aumento el ritmo.

Amelia:

—N-no pares Tom.— gimió un poco entrecortado—

Tom:

—No pensaba hacerlo.— dijo agitado—

Tom salió un poco brusco, y en un simple y rápido movimiento la giró, colocándola en posición de perrito. Se puso en medio de sus piernas como anteriormente lo había hecho entrando en ella de golpe.

Salía y entraba en ella rápidamente tomándola de la cintura con fuerza, y con ambas manos, su trasero chocaba con la pelvis de el, imitando el sonidos de aplausos rápidos, mientras de vez en cuando le daba nalgadas, haciendo exagerar los gemidos de Amelia.

Pegó su pecho a la espalda de ella, tomando sus senos y apretando con fuerza, haciendole sentir un ardor muy fuerte, sin poder aguantar más.

Amelia:

— Me voy a correr.—dijo agitada—

Tom bajo mucho la velocidad de sus embestidas, creando le a Amelia unas fuertes ganas de llorar, por la impotencia y el éxtasis de placer que sentía.

Tom:

— Quiero qué supliques por tu liberación, si tanto lo deseas.—

Amelia:

—Joder Tom.— dijo un poco desesperada—porfavor, lo nececito.—

Tom empezó a embestirla con la mayor intensidad, haciendo que Amelia sintiera un inmenso alivió de llegar a su climax, y sentir como mojaba todo el miembro y un poco la pelvis de el. Sintiendo como el daba su último choque, llevándola en su interior.

El exhausto sé tiró a un lado de la cama, y Amelia hizo lo mismo. Mientras se abrazaban.

Tom:

— ¿Entonces?— la miró—

Amelia:

¿Qué pasá?—

Tom:

— Amelia Wolfgang, ¿quieres ser mi novia, y compartir en resto de mis días contigo?
— sonrió—

Amelia:

— Aceptó Tom kaulitz, compartir cada segundo contigo.— juntaron sus labios en un beso tierno, sellando su relación—

— juntaron sus labios en un beso tierno, sellando su relación—

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