Después de mi accidente, sabía que estaba en coma, pero no que me duraría tanto. Yo veía y hablaba con personas que ya estaban muertas.
Se que están muertas porque esas personas, eran mis abuelos, siempre hablaba con ellos, y también escuchaba las voces de Bill, gustaba, Georg y mi amado Tom. Todavia no sabía si iba o no a sobrevivir, mis abuelos decían que todavía estaba muy joven para morirme, que para ellos debería esperar un tiempo más.
Yo no me estresaba y solamente dejaba que la vida eligiera lo que quisiera.
Abuela Mar:
—Mi niña, no creo que todavía sea tu tiempo para morir.— dijo acariciando mi cabellos—
Amelia:
—No lo sé abuelita, dejaré que la vida decida.—le sonreí—
Abuelo Stiven:
— Si, deja que la vida decida por ti corazón.—
Pasaban días semanas meses, hasta un año, y yo no despertaba, ya estaban dudando en si iba a sobrevivir. Pero esperaban más tiempo.
Bill
La extrañaba, extrañaba todo de ella, siempre fue como mi hermana, no podía perderla, la conocí desde los 7, todos los días lloraba no la quería perder.
Gustav
Cuando paso todo esto, porque me querían arrebatar a mi hermanita, ella no, ella era todo para mí, y perderla es como quitarme la mitad de mi.
Cuando nuestra madre se enteró de lo sucedido, no le dió importancia, nunca la visitó, ni aunque sea para mirarla un segundo. Yo quería a mi madre, pero siempre trato como una mierda a Amelia, como si nunca fuera sido su hija.
Ella nunca hizo nada malo para merecer esto, siempre fue una gran hija y hermana, me enojé con mi madre y no le hable, aunque a ella le afectó un poco no me importo.
Georg
Estaba en un estado de shock, todavía no podía procesar todo esto, porque ella y no otra persona, nunca le hizo nada al mundo. Siempre era tan dulce y fue con todo, era tan doloroso ver a un ángel, cómo poco a poco moría.
Y Tom todavía no podía aceptarlo, y fuera por nosotros ya la fuéramos desconectado, no es que no la queramos, al contrario nosotros queremos lo mejor para ella.
Por eso queremos dejarla descansar como una paloma, dejarla libre, pero Tom no quería, todavía tenía un poco de fe, de que su amada y futura esposa, llegaría a vivir.
Tom
Nunca podré olvidarla, ella iba hacer mi esposa, ya tenía todo planeado, cuando ella llegará le iba a pedir que fuera mi esposa.
Íbamos a vivir un gran feliz juntos, también tendríamos hijos, pero nada de eso paso. Porque, que hice mal, porque no a mi, y a ella si.
Amelia
Escuchaba los llantos de Tom, y era como un castigo para mí, no quería que sufriera y era muy doloroso escucharlo, sé que esto le dolería pero me tendrían que desconectar.
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