CAPITULO. 29. Traición

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Los infiernos se abrieron y los cielos son atacados por demonios, los yaoguai por su lado atacan todo lo que se mueve a su lado no distinguen entre ángeles y demonios. En una habitación el gran marques ha despertado, sus hermanos se sorprenden deber sus ojos rojos, eso solo significa que sus bestias están comiendo.

—¿Qué diablos paso, la gran puerta no se ha abierto, la reunión no ha terminado, esas criaturas no pueden estar suelta? — dice Ananel quien ayuda a Agares a contener el cuerpo de Eligor.

—Reacciona Eligor reacciona— le dicen sus hermanos.

La puerta se abre de golpe y ven ingresar a un cansado Heatscar — Los Yaoguai fueron liberados y no hay quien los dirija, la barrera al cielo tiene una grieta, está siendo atacada por esos demonios rebeldes.

—Eligor reacciona... Zhan, Yibo será devorado por los Yaoguai, en cualquier momento aparecerá— le dice Agares.

Como si eso fuera lo único que necesitaba los tres hermanos ven como sus ojos rojos regresan a tomar su color gris — Yo... Yo iré al portal por los yoaguai, ayúdame con el uniforme — les dice Xiao Zhan.

Con su vestimenta roja con negro como todo general sale para dirigir a sus soldados a la gran batalla que se está llevando y la cual se debe evitar para que no llegue hasta la barrera del infierno y el reino humano, Xiao Zhan avanza con sus veinte legiones demoniacas y los guardias de palacio. Al llegar ven a los ángeles protectores de la barrera celestial tratando de defender su frontera y ve a sus yaoguai devorando ambos bandos.

Eligor da la orden para avanzar y los tambores de batalla comienzan a resonar llamando la atención de los ángeles y de sus Yaoguai quienes al escuchar el silbido de Eligor dejan de atacar a ángeles y demonios. La batalla se vuelve feroz contra los demonios rebeldes, Eligor combate junto a sus soldados, la sangre comienza a ser derramada.

En el gran salón los ancianos siguen la disputa que los humanos deben ser castigados el agravio a un hijo de Yama no puede ser perdonado, Yekum se dirige a su padre el cual llego a la reunión cuando comenzaba —Padre tienes que liberar a los Yaoguai, no puedes permitir que ese guardián humano y sus amigos hayan puesto en peligro la vida de mi hermanito.

—No... padre usted tiene que investigar bien yo estuve ahí ellos aceptaron a Eligor, algo tuvo que haber pasado, si se sueltan las vestías Eligor perderá todo rastro de humanidad y usted nunca ha querido eso— le dice Adriel suplicante a su padre Yama y a los ancianos.

—Adriel Hijo se lo que pides, pero es mi hijo...

En ese momento la gran puerta es abierta por Barkai y el guardián, todos miran asombrados tal atrevimiento un guardián en la sala de la oscuridad— Tú como te atreves después de la traición que hiciste— le dice Barkai a Wang Yibo.

Wang Yibo le da un golpe a Barkai haciéndole caer—Traición... tu hablando de traición.

Cuando este trato de ponerse de pie Barkai le propino otro golpe rompiéndole el labio—Tú eres el traidor, creaste los susurros en la mente de los amigos del guardián y cerraste los portales para que él no pudiera venir, has osado a atacar la barrera que se te indico debías proteger, tú eres el líder de los rebeldes.

—Están locos, este estúpido humano, te allanado la cabeza de...

No terminó de hablar pues cadenas salieron del suelo a un movimiento de mano de Yama— tiene pruebas, quiero verlas.

—Rey sus hijos fueron a la batalla— indico un guardia del rey.

—¿Cuál batalla y quien liderea? — pregunto Yama con voz fuerte.

—La barrera entre el cielo y el infierno fue abierta, los Yaoguai fueron liberados mientras Eligor fue dormido, él ha despertado y ahora liderea sus legiones con apoyo de sus hermanos— le dice el guardia real.

— Yo iré, rey Yama déjeme ir con él, es mi deber protegerlo como guardián y esposo— Le dice Wang Yibo.

El rey da la orden para que el guardián llegue a la frontera en compañía de los soldados del rey para apoyar a sus hijos contra la rebelión. Lo que encuentran es un el cielo teñido de rojo sangre y las estrellas temblaron ante la inminente destrucción. Una criatura golpeó primero, lanzando llamas que devoraban todo a su paso. Eligor, ágil y astuto, se deslizó entre las sombras, evitando cada ataque con una gracia sobrenatural. El suelo temblaba y se agrietaba bajo la furia de los demonios, mientras que el general respondía con una tormenta de oscuridad que apagaba las llamas y ahogaba la luz. La lucha parecía eterna, un ciclo sin fin de fuego y sombra, luz y oscuridad.

Wang Yibo ve como Xiao Zhan se barre esquivando a un demonio y asestando un golpe mientras le arranca la cabeza de un solo tajo, el cielo es surcado por ángeles que luchan contra los alados que tratan de entrar por el aire.

Los tambores repican a una guerra sangrienta, demonios protegiendo las fronteras junto a los ángeles, mientras Annel, Heatscar y Agares tratan de restaurar la barrera. Gritos, el choque de espadas, flechas volando y el rugir de tambores que llaman a la guerra sin cesar. En medio de esa matanza está el su esposo, con su armadura y su capa negra, aun en esta matanza se puede ver lo hermoso de su rostro el cual está lleno de sangre.

Se oyen los gritos y la sangre se derrama en esas montañas cubiertas de fuego, todo tan oscuro haciéndolo ver todo más tétrico y aterrador no hay piedad, cada que Xiao Zhan levanta su espada da un golpe certero a una bestia, lo veo caminarse hacia mí, mi respiración y mi pulso se aceleran no puede ser este es el momento que siempre he soñado, le grito, pero él no se gira sigue caminando hacia mí.

 —¡No...nooo, por favor nooo! — mi grito y desesperación salieron tarde. veo como es atravesado por una espada y cae frente a mí, que sea otro sueño.

salgo de mi trance cuando Barkai me toma del brazo —Corre sana sus heridas, tú eres el guardián no lo olvides.

Atravieso el campo de batalla mientras doy estocadas precisas a las creaturas que se cruzan a mi paso, llego hasta dónde está mi esposo y coloco mi mano sobre su pecho y veo como sus heridas comienzan a sanar —No me dejes, mi amor, sin ti no soy guardián.

—Yibo, viniste... tu viniste— le dice Zhan mientras pasa su mano por el rostro de Yibo.

Sus heridas en su mayoría fueron sanadas y con la ayuda de Yibo se pone de pie para unir sus manos creando una ráfaga de luz verde que consume a muchos de los demonios rebeldes, Eligor atraviesa con su espada al demonio que lo ataco y estaba destruyendo a sus soldados, mientras el guardián cubre sus alrededores evitando que otros demonios se acerquen al general, Finalmente, en un acto de desesperación y poder, Eligor concentró toda su energía en un único y devastador golpe, anticipando el movimiento, se fusionó con su guardián creando una sombra que absorbió el impacto y canalizándolo de vuelta hacia la bestia con un poder duplicado.

—General hemos derribado los demonios rebeldes— gritan sus subordinados mientras sus hermanos han terminado de reparar la barrera con ayuda de algunos ángeles.La batalla había sido ganada, las barrerasfueron restauradas par cada uno de los mundos.

Hola hoy les regalo los  últimos capítulos de está emocionante historia, sigamos apoyando el Yizhan 🐢

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Hola hoy les regalo los  últimos capítulos de está emocionante historia, sigamos apoyando el Yizhan 🐢. Gracias por seguir aquÍ conmigo les veo en el final, no olviden votar por 🐇 y 🦁.


El Guardian del demonioWhere stories live. Discover now