- Eres hermoso Harry - susurro. Ambos estamos en el sofá. Sus verdes ojos no se apartan de los míos.
- Debes hacerme una promesa de amor - sonríe
- ¿promesa de amor?
- Si - su sonrisa crece - solo debes de decirme, que esto durara por mucho tiempo
- Lo hará, cariño - beso su frente - no pienso separarme de ti, nunca.
- Gracias - susurraPero en realidad no tiene nada que agradecer.
Ni tampoco tiene que pedir que lo ame.